Dulce Pontes tiene previsto recorrer todo el mundo entre lo que queda de 2018 y 2019 con motivo del treinta aniversario de su carrera musical. Para celebrar esta efeméride, la artista lusa ha preparado un espectáculo «muy especial» que está basado principalmente en su último trabajo, Peregrinaçao, pero también incluirá algunos de los temas más destacados de su trayectoria y un pequeño adelanto de su próximo disco. Y hoy será Murcia la ciudad que pueda disfrutar de ella.

Como una fuerza de la naturaleza, Dulce Pontes consigue elevar el folclore de su país a altísimas cotas de emoción gracias a una voz portentosa y arrebatadora como pocas. A estas alturas, no es ningún secreto que la de Montijo es una de las voces más importantes surgidas de Portugal, y Peregrinaçao es una magnífica oportunidad para vivir en directo la magia de una de las principales renovadoras y embajadoras en el mundo de la música popular lusa. Tierna, dramática, volcánica... «La versatilidad de Pontes no tiene límites y la piel de gallina está asegurada», señalan desde el Teatro Circo, escenario que acogerá a Pontes a partir de las nueve.

El disco, publicado el pasado año -siete después de su anterior trabajo, Momentos-, es un álbum doble en que la portuguesa no se queda en el fado; recorre géneros y emprende un viaje -o, mejor dicho, peregrinación- hacia las profundidades del ser humano, explorando sensibilidades, emociones, experiencias personales y dejando salir el arte hecho música para su representación. Y lo hace en su idioma materno, pero también en castellano, y hasta en galaicoportugués. Pues Peregrinaçao, álbum conceptual, está dividido en dos discos: Nudez, cantado en la lengua que escupen sus entrañas, y Puertos de abrigos, cantado casi totalmente en castellano y en el que priorizan ritmos argentinos.

En él Pontes ofrece duetos, temas acompañados al piano simplemente disfrutando de su interpretación bajo el latir de una voz privilegiada que se modula en infinitos de susurrante intimidad, a cielos vocales abiertos que parece no encontrar límite. Juan Carlos Cambas, compositor porteño, es uno de los privilegiados invitados. Él la acompaña al piano, por ejemplo, en el tango Vamos Nina, de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, uno de los temas del disco, que también incluye otro tango de los mismos compositores, María de Buenos Aires, donde la Orchestra Roma Sinfonietta, con la batuta de Paolo Silvestri, arropa a la cantante. La leyenda del tiempo, el poema de Federico García Lorca que Ricardo Pachón musicalizó para Camarón, es otro de los ritmos destacados del álbum, como la mítica Alfonsina y el mar, de Mercedes Sosa.