El jazz se despide hoy de Cartagena. No dice 'adiós' del todo, ya que el festival ha impregnado el ADN de la ciudad con el paso de sus ediciones, pero la programación de 2018 cierra este sábado cuatro semanas de conciertos emocionantes. Porque prácticamente todos los artistas que han pasado por El Batel o el Nuevo Teatro Circo han conseguido pulsar la sensibilidad de su público, pero, sobre todo, porque cada cita saboreada era un bocado menos del último menú preparado por Paco Martín, director del Cartagena Jazz Festival hasta su muerte, el pasado verano.

La última degustación -siempre especial- viene con sabor africano, con ritmos del 'continente negro' y con dos protagonistas de paladar exquisito, como son Richard Bona y Femi Kuti, que ocuparán el Nuevo Teatro Circo de Cartagena a partir de las nueve y media de esta noche. El primero será el encargado de abrir la veda.

'El Sting Africano', le llaman sus fans. No son ellos los únicos que le dan bola al camerunés: los críticos lo tratan como a un auténtico profesional, pero es su estilo único y electrizante que conecta con el público el que le da el título de lo que realmente es: un verdadero músico. La voz tan natural de Richard Bona, sus feroces habilidades en el bajo, su habilidad única para componer y hacer arreglos y su habilidad para aprender a tocar cualquier instrumento simplemente con mirarlo lo posicionan como un raro artista africano que ha establecido una reputación inigualable en una plataforma internacional.

Originario de la comuna camerunesa de Mina, Bona sigue siendo fiel a sus raíces, con ritmos africanos reflejados en cada uno de sus siete álbumes; los primeros tres, Scenes from my life, Reverence y Munia muestran un enfoque único a la hora de contar historias a través de los sonidos. Y es que él busca inspiración en su tierra, pero aborda en sus canciones temas internacionales que reflejan su deseo de utilizar la música para tomar una posición sobre los problemas que afectan a los oprimidos. Es uno de los músicos que mejor han sabido fusionar los sonidos y tradiciones de su África natal, la influencia europea y el mejor jazz americano.

Tras Bona llegará el turno para el hijo mayor del incomparable Fela Kuti, padre fundador del afro-beat; aunque su condición de 'vástago' no debe llevar a engaño. Femi ya peina canas, pero sigue manteniendo el espíritu arrollador que le convirtió merecidamente en el principal heredero de ese estilo hipnótico, donde la protesta política convive con el baile irresistible y el espíritu festivo. Funk, soul y R&B pasados por el filtro de los contundentes ritmos primitivos panafricanos que siguen inspirando a generaciones con su discurso reivindicativo y esperanzado.

Kuti se ha tomado cinco años para alumbrar un nuevo trabajo donde aúna con facilidad pasmosa diversidad de géneros musicales globales, compromiso, denuncia, diversión y complejidad sonora. Un músico que no descansa y que demuestra en su décimo trabajo One people one world -y seguro que esta noche en Cartagena- su gran talento para conectar realidad, futuro y pasado estimulando a toda clase de audiencias.

Jazz Callejero

Pero antes, esta misma mañana, la Plaza del Icue recibirá -a partir de las doce y media- a Zoot Suiters, Coco Swing DJ y la muestra del taller de jazz-steps -para el que, por cierto, no quedan plazas- que horas antes impartirá Irene Bataller. Una ración de jazz completamente gratuita que servirá de aperitivo para el último regalo de Paco Martín.