Tras haber sido el conductor de una banda extraordinaria como Klaus & Kinski, Alejandro Martínez -A.K.A. Alexanderplatz- se estrena con su primer y esperado disco largo, Muera usted mañana, que sugiere a Larra y el romanticismo; un trabajo minucioso y extenso (doble vinilo), dividido entre canciones e instrumentales, plagado de detalles deslumbrantes y en el que, ya desde el título, vuelve a mostrar su ingenio y mordacidad. Pocos compositores del pop español actual saben sacar tan buenos réditos de la estética synth pop ochentera -y mostrar un variado abanico de estilos afines, como el kraut-rock, el synth- pop, el shoegaze, el dream-pop, la balada, la psicodelia de los ochenta y la electrónica de vieja escuela- como Martínez. Este disco es ya un clásico de nuestro tiempo.

No has escatimado en minutaje, en canciones. ¿Siempre has sido de disco largo?

No sé si soy de disco largo, pero es seguro que no me molesta que sean largos. La duración de un álbum no deja de ser una convención, y empieza a no tener mucho sentido, superado casi ya el formato físico. Si no me gusta algo, se me va a hacer largo dure lo que dure, y si me interesa, entonces me va a dar igual. No es una película que me obligue a estar sentado tres horas.

¿Te probaste en el epé Contrarreforma para ver si eras capaz de completar un doble álbum?

Supongo que hice ánimo y acopio de ganas para acabar terminando algo que en realidad me gusta mucho hacer: un disco. Que sea doble o no es anecdótico. No lo premedité. Es doble porque en un solo vinilo no cabe; en CD, sí.

Sea como sea, aquí está. ¿Tienes la misma sensación que cuando arrancaste con Klaus & Kinski?

No, es muy distinto. Diferente bagaje, experiencia, percepción del mundo de la música y de la vida en general. Es inevitable verlo de otro modo, porque las cosas no son tan nuevas para ti.

Muera usted mañana, a diferencia de Tierra, trágalos, ¿es un disco romántico?

¿En el sentido literario quieres decir? En ese sentido un poco, porque algo de eso supongo que siempre he tenido. Ya no por la referencia a Larra, sino por revisitar la época, los temas y el ideario.

Contrarreforma sugería evolución, aunque también podría entenderse como involución. ¿Cómo justificas el título de Muera usted mañana?

Pues no sé. Me hizo gracia. Me pareció que el título creaba una imagen poderosa y a la vez poética, y es trágico, es un juego de palabras con el título de un famoso artículo del siglo XIX, aparece la idea de la muerte, interpela al lector, tiene mala leche...

Referencias a Larra, fotos con un pistolón como si fueras a suicidarte frente al espejo... ¿Te ha influido en alguna medida el escepticismo que Larra dejó en sus escritos?

Es más una referencia mental poderosa (romántica, decimonónica, trágica, literaria...) que un homenaje o algo de eso. Podría ser Bécquer o Chopin, pero no tuvieron un final tan pictórico. Pero entre el título, el deje romántico y la idea de la muerte, se puede tejer algo así como un mito escapista. Escapista del presente, quiero decir. Escéptico soy yo ya por naturaleza.

Vivan las cadenas. ¿Empezar con un instrumental es una declaración de principios?

Me pareció un inicio bonito. Me interesa la música al margen del formato de canción; para mí es algo muy natural. Sin salirse de la convención esta del pop-rock (o lo que sea), quiero decir. Me divierte la música a secas.

Lo has grabado tú solo, excepto las baterías. ¿Te sigues poniendo el despertador para meterte al estudio a ver si acabas algo?

Claro. La mayoría del tiempo que paso en el estudio casi siempre es por las mañanas. En pijama y legañoso a veces. No es muy rocanrol.

Ahora eres tú quien lo hace todo, incluso cantar. ¿Has perdido el miedo?

Más que miedo, que me apetezca. Y me centre. Y esté cómodo.

¿Cuáles son los ejes principales sobre los que pivota este disco?

Pues supongo que hay un cierto ambiente sonoro. Y cierta linealidad en la conducción, partes instrumentales, enlaces... Imagino que también un sarcasmo un poco trágico.

Un disco de pop hablando de la muerte. ¿Woody Allen también está en el ambiente?

¿Woody Allen? Pues no sé... No, no creo. ¿Por su obsesión con la muerte? La verdad es que no. La muerte es un tema universal. Prefiero a Fernando Alfaro.

«Qué pereza aquí atascado en el siglo XXI...». ¿Qué esperabas encontrar que no has encontrado?

Ah, yo nada, si es simple inconsistencia. En realidad me voy a encontrar incómodo en cualquier época. Lo que no me gusta de mi época simplemente es que me toca verlo todos los días. Lo de otras no me toca. Así que es puro escapismo.

¿Se puede interpretar como una oda al nihilismo? ¿Qué es lo que más detestas de la modernidad?

Que es moderna. O sea, que no te sabría contestar sin extenderme mucho o parecer imbécil. Que tal vez ya lo parezca.

¿Tus intereses musicales siguen siendo los mismos de siempre?

A mí me gusta mucho la música. De todo género; o bueno, casi todo. Y no sólo lo que pueda tener una cierta relación con esto, que es algo más o menos concreto.

De nuevo has vuelto a tirar de instrumentales. ¿Cuál es su papel en este disco? ¿Te interesa la música instrumental?

Claro. Me interesa la música en general. El hecho de que haya voz es sólo una parte. Aunque el pop -no me gusta esta palabra- sea el género que más o menos engloba esto.

¿Cómo te planteas los títulos de las canciones? Parece que quisieras retorcer las frases hechas...

Son declaraciones de intenciones y un ejercicio de estilo. Algo que tenga deje popular y a la vez sea retorcido. Un artificio.

¿A quién te refieres en Homenaje?

A quien merece el homenaje.

¿Cuál es el concepto que manejas sobre la muerte? ¿La muerte es fuente de vida? ¿Viva la muerte?

Eso sería el consuelo. En realidad es retorcer la idea para parodiar algo que te aterra. Y quedarte con lo terrible. Así lo domesticas un poco.

¿Cuál es el uso que haces de ‘viva el fracaso’? ¿Hay algo de crítica social?

Es una exaltación del patetismo. Sólo es literatura. Aunque no sé muy bien qué es el fracaso en términos sociales. Bueno, sí que lo sé, pero no me interesa.