Salva Espín (Murcia, 1982) puede decir que el sueño que tenía desde pequeño se hizo realidad. De leer y ser fan de los cómics de Marvel que tenía en su casa gracias a su padre, ha pasado a trabajar para la editorial de cómics estadounidense dibujando e ilustrando a diferentes personajes. Después de haber estudiado Bellas Artes, se tuvo que ir a Barcelona a ''buscarse la vida'', pero por suerte allí ''comenzó la leyenda''. Uno de los personajes por el que él más se ha dado a conocer es el de Deadpool.

Salva Espín siempre ha presumido de ser murciano, a finales de 2016 dibujó una portada 'a la murciana' de una edición especial de un cómic en el que Deadpool aparece en la Catedral de Murcia junto a huertanos y huertanas que portan pasteles de carne. En la actualidad, compagina su trabajo dibujando escenas de cómics con el día a día en su tienda que tiene en Murcia dedicada al mundo de los cómics, videojuegos y demás. Por si fuera poco, Espín imparte también pequeñas clases magistrales, cuando el tiempo se lo permite, dirigidas a todos los públicos sobre cómo es el proceso de dibujo dentro del cómic. Asegura que ahora mismo en los colegios no se le da la suficiente importancia a la creatividad, que es necesaria, según él, no sólo en el mundo de las artes, sino en cualquier profesión de la actualidad.

¿En qué proyectos está involucrado ahora mismo?

Actualmente sigo trabajando en una nueva serie de Deadpool que se publicará en formato digital a través de la plataforma de Amazon, en un primer momento, y más tarde también se lanzará como novela gráfica en papel. Pero no sólo me estoy centrando en el mundo que rodea a Deadpool, también estoy ahora mismo centrado en otros trabajos, como los relacionados con la saga X-Men.

Respecto al proceso de creación, ¿a la hora de ponerse a dibujar en papel le dan alguna idea previa indicándole cómo se debe hacer o todo parte de su imaginación y creatividad?

Podríamos decir que es una mezcla de ambas cosas. Si hablamos del trabajo que se hace en Marvel, hay un guion con el que se trabaja previamente, por lo que la idea de lo que quieren que dibuje está ahí. Pero el cómo hacerlo, el tipo de plano e, incluso, el cómo contar las cosas lo decide el dibujante. Muchas veces el diseño de los personajes también parte de la idea del dibujante, porque en algunos casos ese personaje todavía no existe.

¿El haber estudiado Bellas Artes le ayudó a la hora de conformar y perfeccionar su forma de dibujar?

Durante la carrera me ayudaron a perfeccionar lo que se conoce como el dibujo a nivel formal, el clásico, pero no en cuanto al mundo de la ilustración o del cómic. Eso sí fue un trabajo extra que yo tuve que ir haciendo durante mi tiempo libre.

¿Cómo llegó a Marvel?

A nivel de lector, desde siempre he tenido un cómic de Marvel en casa gracias a mi padre. Como profesional, cuando acabé Bellas Artes me fui a buscarme la vida a Barcelona y, por suerte, pude realizar una entrevista en el Salón del Cómic que se celebra allí. Pude enseñar mis dibujos y fue donde comenzaron a darse los primeros pasos de todo lo que me ha pasado hasta el día de hoy. Ahí empezó la leyenda [risas].

¿Cuáles son los objetivos que pretende alcanzar impartiendo clases magistrales?

Principalmente son tres. El primero de ellos tiene que ver con el dibujo, es decir, enseñar a dibujar ?de cabeza?. Esto se logra a base de que el dibujante pueda hacerlo sin un modelo, de manera que todo lo que se le venga a la cabeza pueda plasmarlo en un papel. En segundo lugar, quiero acercar al público el mundo del cómic, tanto en la parte más profesional del proceso como en la fase de dar a entender cómo es profesionalmente ese mundo, ya que es algo que los fans del cómic, los futuros dibujantes y los padres no saben cómo es, no suelen tener conocimiento de cómo funcionamos, y qué futuro y realidad laboral les espera a todos aquellos que estén interesados. El tercer y último punto es poner en valor la creatividad como una parte muy importante de la vida, y que ahora mismo a nivel institucional, por ejemplo en colegios, no se le está dando la importancia que tiene, no sólo en el mundo de las artes, sino en cualquier profesión de hoy en día, como medicina, matemáticas, cocina...Es necesaria en cualquier trabajo.

¿Se ha llegado a plantear alguna vez abrir su propia escuela de dibujo viendo el éxito que tiene cuando va a un colegio, centro social o biblioteca a impartir estas charlas prácticas?

Muchas veces lo he pensado, sí, pero me falta tiempo para poder organizar cursos largos. Ahora estoy llevando hacia adelante este programa de clases magistrales, que es un evento puntual en un sitio diferente cada vez. Pero sí que desde algunas concejalías de Cultura y Educación estamos empezando a plantear cursos más amplios y clases más personalizadas para acercar el mundo de la ilustración y los videojuegos. Laboralmente, hoy en día estas profesiones suponen muchos puestos de trabajo.

¿Cómo es su forma de trabajar y su día a día laboral?

Trabajamos por fechas. A nosotros nos dicen qué día hay que tener las páginas conformadas y qué día sale el cómic a la venta. Sobre esas fechas de entrega vamos trabajando a diario. Un día se trabaja más, y otro día menos.

¿Cuántas horas le dedica a diario?

Al fin y al cabo es un trabajo normal y corriente. Aunque tengo la suerte de trabajar desde casa, el ritmo laboral que tengo es de unas ocho horas, más o menos, pero claro, hay días que son más incluso. Otras, gracias a los ?dioses? de los cómics, son menos y hasta me da tiempo a tener un poco de vida.

¿El trabajar desde casa tiene más cosas positivas que negativas?

Todos los trabajadores que son artistas, incluso aquellos que tienen que ir a una oficina, no pueden desconectar y dejar de pensar en el trabajo. El poder trabajar absolutamente todo desde casa para Marvel e ir mandando tranquilamente los distintos procesos por los que pasa un dibujo, como el boceto, me viene muy bien. De hecho, puedo irme hasta de viaje o hacer cosas fuera de España sin problemas, de la otra forma no podría. Gana lo positivo, sin duda.

Si no se hubiese dedicado a dibujar cómics, ¿qué otro trabajo cree que tendría?

Me encanta el mundo de los videojuegos. Yo creo que quizás podría haber tomado ese camino también, pero actualmente, por fortuna, estoy haciendo lo que desde siempre me ha gustado, que es dibujar.

¿Puede compaginar su trabajo con otras actividades?

Sí, tengo una tienda especializada en el mundo de los cómics, juegos de mesa, cartas, libros, videojuegos, así como de merchandising. Tenemos la suerte de que recientemente también la hemos ampliado para disponer de una sección de videoclub. Está ubicada en la calle Don Alfonso Palazón Clemares de Murcia, enfrente del ZigZag. Organizamos torneos y tenemos mucha interacción con los clientes que vienen a la tienda, ya que los consideramos amigos y fans. Nos va muy bien, la verdad, porque la gente se involucra y no hay nada mejor que compartir las aficiones y pasiones de cada uno con los demás.