La ilustradora y dibujante catalana Maria Rius Camps recibió ayer «con mucha ilusión y sorpresa» el Premio Nacional de Ilustración, dotado con 20.000 euros. La autora barcelona se mostró emocionada por el reconocimiento que otorga el Ministerio de Cultura y Deporte, especialmente porque desde los doce años se dedica a este ámbito, «aunque ahora ya no veo muy bien», lamentó.

En declaraciones tras conocer el fallo, Rius, distinguida por su «extensísima trayectoria, por la atemporalidad de su obra, por el carácter sereno de su ilustración», aseguró que la ilustración ha sido «la base» de su vida, impactada en sus primeros años por libros como los de Pere Torné Esquius.

Siempre con un lápiz en la mano, unas acuarelas o con cajas de colores en su mesa, en la que tampoco ha faltado nunca el papel, Maria Rius indicó que el último trabajo suyo, que se presentará dentro de unos días en Barcelona, es Les finestres de la Maria, con texto de Joaquim Noguero, con el que celebra sus 80 años y las más de cinco décadas de profesional de la ilustración. Afirmó que será el último que publicará e indicó que en la obra explica toda su peripecia vital -desde que nació en plena Guerra Civil en Sant Pere de Riudebitlles (Barcelona), en el año 1938-, mirándola a través de diferentes ventanas, desde la casa natal de este pueblo hasta su hogar actual, frente al mar en la capital catalana.

Preguntada sobre cómo ve las nuevas generaciones de dibujantes, Rius, que fue la primera en crear una escuela de ilustración en España, explicó que «hay jóvenes que saben mucho, aunque, ahora con tanto Internet y teléfono móvil, quizá se publican menos libros que antes».