P ¿Niña Pastori es el personaje de María Rosa García?

R Bueno... [Largo silencio], somos muy parecidas, pero al final somos dos personas. Niña Pastori es la que trabaja y actúa, y María, es la de andar por casa. No sé si a veces se confunden, pero tengo la ventaja, desde la perspectiva de Niña o María, de que soy de las que desconecta perfectamente.

P ¿Pero cuál de las dos es más espontánea o natural? ¿El personaje o María?

R Quizás Niña Pastori sea más verdadera. No sé cómo decirte. A ver, es que en mi vida personal me cuesta tomar decisiones y pienso más las cosas; le doy vueltas a qué hago con esto o con lo otro, qué me apetece, qué sería mejor...

Pero cuando estoy metida en la profesión y en el arte, vamos, cuando ejerzo de Niña Pastori, no lo pienso y soy de las de «eso es lo que hay que hacer».

P ¿Cómo se le quedó el cuerpo al escuchar cantar a su pequeña de nueve años la frase «la verdad es que no te veo y te echo de menos»?

R Es dura, es una frase fuerte y de las que duelen [Silencio]. Es una cosa... Pastora tiene una sensibilidad y un gusto exquisito..., y es tan bonita... No es porque sea mi niña ,pero es que...

P Dime qué siente al cantar.

R Depende, porque se canta y siente diferente según el estado de ánimo. Cuando tengo una pena, el cante es diferente a cuando estoy contenta o feliz.

P ¿Cuántas veces ha subido al escenario y ha sentido, entre canción y canción, ganas de desahogarse ante su público?

R Muchísimas, y lo hago muchas veces. Yo siempre he contado mi momento y lo he expresado. A veces uno está mal y si no se lo cuentas a la gente, ésta se puede llevar una mala impresión contigo y pensar: «Qué rara ha estado», o «Ha estado fría, qué distante, qué poco simpática»... Y es que a veces una está mal y le coincide con ese momento. Yo, si estoy mal, lo cuento en mis conciertos porque así la gente comprende mi estado. El público, sobre todo el que te quiere y sigue, que es la gente que va a verte, es supercomprensivo y de eso doy fe. He tenido momentos duros en mi vida, los he contando y la gente se ha puesto en pie y me ha aplaudido comprendiendo mi momento; si tú no eres sincero con el público y no cuentas lo que te pasa, la gente se va a ir con una mala impresión porque una no puede estar siempre feliz porque es imposible. Ojalá firmáramos todos sobre un papel ser felices de por vida.