El Epistolario entre Carmen Conde y María Cegarra y Mineros, la obra inédita escrita por ambas, vieron por fin la luz ayer. Ambas publicaciones fueron presentadas coincidiendo con el cuarenta aniversario de la entrada de la escritora cartagenera como primera mujer en la Real Academia Española.

Para presentar las obras comparecieron en el Palacio Consistorial de la ciudad portuaria el edil de Cultura, David Martínez; el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Murcia y colaborador de LA OPINIÓN Francisco Javier Díez de Revenga; el investigador, gracias al que se han podido publicar las obras, Fran Garcerá, y la responsable de la editorial Torremozas, Marta Porpetta, que ha publicado las obras. También quisieron estar presentes en este acto representantes del Patronato Carmen Conde - Antonio Oliver y miembros de la familia de la unionense María Cegarra.

El concejal de Cultura aseguró que estas obras resaltan la figura de estas dos grandes mujeres de la Cultura: Carmen Conde, primera académica de la Real Academia Española «del que este año se cumple el 40 aniversario de su entrada», y María Cegarra Salcedo, escritora y primera mujer perito-químico de nuestro país, que trabajó en La Unión. Martínez también manifestó que para el Ayuntamiento es muy importante recuperar esta correspondencia «porque refleja la incertidumbre y los obstáculos que encontraron estas dos mujeres y que tuvieron que eludir para formar parte de la historia cultural de este país».

La correspondencia inédita entre Carmen Conde y María Cegarra Salcedo, así como la obra inédita Mineros, escrita por ambas, ven la luz en dos ediciones preparadas por el investigador Fran Garcerá (CCHS-CSIC), como resultado de su trabajo de investigación en el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver y publicadas por la editorial Torremozas.

711 cartas

Carmen Conde y María Cegarra Salcedo pertenecen al grupo de escritoras que comenzó su andadura poética durante el primer tercio del siglo XX en España, en una etapa conocida como la ´Edad de Plata´. Ambas encontraron en la poesía y la amistad un motivo para superar las barreras infranqueables del hogar, hacia el espacio público que la literatura y la ciencia les proporcionaba. De hecho, las 711 cartas intercambiadas entre Carmen Conde y María Cegarra Salcedo a lo largo de sus sesenta y cuatro años de amistad (1924-1988) constituyen la correspondencia cruzada entre dos escritoras españolas más extensa publicada hasta el momento.

En este epistolario inédito se incluyen además las cartas que Carmen Conde intercambió con el escritor y editor Andrés Cegarra Salcedo, hermano de María, y que constituyen la génesis del intercambio epistolar establecido entre las dos autoras.

A través de estas misivas podemos ver los primeros pasos de una jovencísima Carmen Conde en la literatura. Pero a lo largo de sus páginas no sólo se verá el retrato de estas dos escritoras en unos años fascinantes por el alto compromiso cultural que alcanzó la sociedad, sino también las personalidades que participaron en la vida pública del momento, como Gabriela Mistral, Juan Ramón Jiménez, Norah Borges, Miguel Hernández o Jacinto Benavente, de los que hablan las escritoras en sus cartas.

´Mineros´

También se publica por primera vez la obra Mineros, que escribieron de manera conjunta entre los años 1932 y 1933, aunque, finalmente, la elaboración del texto quedó en manos de Carmen Conde, que redactó su última versión en 1937.

Debido al contenido humano y social de la obra en torno a la conflictiva situación de los mineros en la época, su publicación no convencía a Cegarra, que trabajaba para los empresarios mineros. Por este motivo la obra nunca fue estrenada ni publicada, por lo que ha permanecido inédita y en el archivo personal de Carmen Conde hasta el momento.

Ambas ediciones se encuentran acompañadas de dos introducciones en las que Fran Garcerá relata la historia de amistad de ambas escritoras, así como de material fotográfico de la época. El experto, tras explicar detenidamente su investigación, aseguró que con estas publicaciones «estamos recuperando un trozo de la historia que no puede ser olvidada».

Y todo gracias a una amistad, la que unía a Cegarra y Conde, que pese a ser conocida, había permanecido ´oculta´, guardada en un archivo hasta ayer. Ahora, sin embargo, los lectores podrán ser casi testigos de sus lazos, y así conocer un poquito más a dos mujeres que fueron pioneras en un tiempo de hombres.