José Antonio Martínez Álvaro no es un experto escritor, pero sí un amante de la escritura. Siempre ha sido una de sus aficiones y, por ello, ha estado formándose y, poco a poco escribiendo, hasta publicar al fin su primera novela: El secreto tras la cima, una historia ambientada en Murcia sobre los misterios que una carta, aparecida en una montaña con una fecha muy anterior a la primera escalada oficial de la misma, puede desencadenar. Su libro ha sido el primero de una nueva editorial, Destello Editorial, creada por Aurelia García, editora de Ediciones Gotas de Luz. Con un fondo de entretenimiento, José Antonio (Bullas, 1978) busca con su primera novela una reflexión en el lector sobre temas de actualidad.

Es su primera obra, ¿cuál es la razón de este salto a la literatura?

Bueno, no es que haya dado un salto a la literatura, es una afición que he tenido toda la vida; es algo que siempre me ha gustado y tenía la inquietud de escribir una novela y, poco a poco, he ido haciéndolo, formándome y, al final, ha salido.

Tengo entendido que le gusta la escalada... ¿Se podría decir que lanzarse a la escritura es una manera de 'escalar' nuevas montañas?

La literatura es una pasión que he combinado con otras, pero se podría decir que sí, es otra forma de escalar montañas. Ahora que no tengo tiempo para hacerlo tan a menudo, es una forma de fantasear que aún puedo hacerlo.

De hecho, el título, la portada y, en definitiva, la trama de su primera novela está relacionada con el montañismo...

Sí, el inicio de la novela sí, luego avanza hacia temas de sociedad y de actualidad, y todo está ambientado en Murcia. La escalada es otra de mis aficiones, así que al escribir este libro lo que he hecho ha sido fusionar mis dos pasiones.

¿Qué va a encontrar el lector en El secreto tras la cima

Yo creo que, ante todo, el lector encontrará una novela divertida, entretenida, y he intentado que deje un gustillo de reflexión a quien lo quiera leer sobre temas de sociedad actuales. He intentado poner problemas invisibles -porque al final se vuelven invisibles de tanto verlos- delante del lector, para que sea consciente de que son cosas que están pasando aquí. He puesto muchas veces el ejemplo de la nariz, que de tanto tenerla delante al final no la vemos; creo que a algunas cosas les damos tanto aire de naturalidad que sorprende cómo se olvidan, y yo he querido que el lector lo vea y saque sus propias conclusiones.

¿Cuánto tiempo le ha dedicado a la novela?

Empecé a escribirla en marzo de 2015, y terminé la primera versión en febrero de 2016 y estuve con correcciones y mendigando hasta que, al final, me han querido publicar.

Cuéntenos más de qué trata la trama.

El protagonista es bombero, de hecho yo intenté opositar para bombero pero no salió bien la cosa [Risas]. El caso es que va huyendo de sus fantasmas -hay etapas en la vida que todos tenemos los tenemos-, y mientras hace escalada tiene un accidente, una zona se desprende y es entonces cuando encuentra una caja metálica que estaba oculta. Dentro hay una carta de un hombre dirigida a una mujer, y una fotografía de ambos. Cuando vuelve, un amigo suyo le anima a que intente localizarles, y es que les llama la atención que la fecha de la carta es muy anterior a la que, en teoría, fue la primera vez que fue escalada esa montaña. Así que, para no comerse la cabeza, decide investigar, y a raíz de esa investigación va descubriendo ciertos sucesos...

Entonces, el protagonista es aficionado de la escalada, como usted, y según me acaba de contar, también quiso ser bombero. ¿Hay mucho de usted en él?

No creo, es ficción pura y dura, es simplemente que hablo de temas que me gustan y conozco. Tener conocimientos sobre lo que escribo me ayuda.

¿Entonces la historia no tiene nada de biográfica? Me llamaba la atención también, junto a las coincidencias entre usted y el protagonista, el hecho de que el libro está escrito en primera persona€

No, no tiene nada de biográfico. Sencillamente narro en primera persona porque creo que lo ves más personal, más cercano. Te identificas tal vez más con el personaje.

La escritura, ¿se trata de un hobbie o le gustaría que llegase a ser su profesión?

Como sueño por supuesto que me encantaría poder vivir de la literatura, pero está claro que es eso, un sueño. Yo voy a seguir escribiendo con los pies en la tierra, sabiendo que lo que hago lo hago por mí, y por demostrar a mis hijos que los sueños, si los persigues, los puedes conseguir. Pero sin expectativas. De hecho, ni siquiera mientras estaba escribiendo El secreto tras la cima me había planteado la idea de publicarlo, solo quería hacerlo porque así lo sentía.

¿Es duro ser un escritor primerizo en el mundo de la escritura de hoy día?

A nivel amateur no tanto, a nivel profesional no lo sé porque no soy profesional [Risas], pero imagino que es muy difícil, necesitarás contactos. Sin nombre y sin curriculum literario es difícil que una gran editorial apueste por ti.

De hecho, su novela ha sido la elección de una nueva editorial (Destello Editorial, de Aurelia García) para estrenarse y convertir El secreto tras la cima

Eso ha sido un verdadero honor y un gran placer, porque si esta novela está hoy aquí es gracias a Aurelia, ella me empujó y animó hasta publicarla. Leyó lo que escribí y le gustó, y me ha estado ayudando de manera incondicional y altruista hasta lograrlo. Eso no pasa mucho hoy día.

Hace unas semanas pudo presentar El secretro tras la cima

Fue un sueño hecho realidad, tengo la fortuna de tener grandes amigos, uno de ellos es el dueño del restaurante El Olivar de Moratalla y dio un catering muy bonito, y tuvimos bastantes asistentes. Además, fue en un sitio emblemático, el Museo del Vino de Bullas, y es un sitio precioso. Fue increíble.

¿Qué tal está siendo hasta ahora la acogida del libro?

Llevamos desde mediados de marzo con la novela publicada, pero realmente estamos empezando a movernos ahora. De momento va bien, me está sorprendiendo gratamente, la gente que la lee le gusta, hay quien dice que quizá comienza lento pero que luego va cogiendo ritmo y me han dicho que engancha bastante. La mayoría de las críticas son positivas.

Entonces, ¿va a seguir escribiendo?

Sí, por supuesto voy a seguir escribiendo, pero voy a hacerlo por placer porque creo que es la mejor forma de hacerlo.