La escritora María Dueñas vuelve a la novela con Las hijas del capitán (Planeta), la historia de tres hermanas españolas que se ven obligadas a sobrevivir en el Nueva York de principios de los años treinta; una historia que, según la que fuera profesora de la Universidad de Murcia, sirve para recordar que «las mujeres han estado aquí siempre y no han nacido con el #MeToo».

Para Dueñas, ésta no es una época diferente a anteriores en las que se ha penalizado a la mujer. «Ha habido momentos históricos en que la mujer ha estado muy fuera del escenario compartido con los hombres, sobre todo en cuanto a visibilidad y capacidad de tomar decisiones. La violencia contra ella ha existido siempre, pero vamos a ver si llegamos a un futuro en que esto se equilibre», señala desde la Gran Manzana la autora de El tiempo entre costuras.

La escritora manchega relata en su nueva novela las dificultades para salir adelante de tres jóvenes mujeres en un ambiente hostil. «No es una historia de cuento de hadas ni cenicientas, porque hay muchas zancadillas y varapalos. Son mujeres mezcla de candor y osadía, también de ingenuidad e irresponsabilidad, que no se dejan tumbar del todo», apunta. Para ello, ha elegido la época de los años treinta en Nueva York, una etapa de emigración española «poco recordada» que fue vista por muchas personas como una oportunidad para ganar dinero en un breve plazo de tiempo, aunque luego esta gente viera cómo, primero la Guerra Civil y luego la Segunda Guerra Mundial, complicara su regreso a España.

Cerca de 30.000 españoles se establecieron durante esta década convulsa en la ciudad neoyorquina y dieron vida, en especial a la zona del sur de Chelsea y norte de Greenwich Village, con míticos comercios como el restaurante Jai Alai o el nightclub El Chico, dos locales que aparecen en la novela.

Operación Canguro

Preguntada sobre la elección de esta historia, Dueñas -quien ha investigado durante dos años con constantes viajes a Nueva York- reconoce que barajó otros relatos de emigración española, como por ejemplo la 'Operación Canguro', promovida por el régimen franquista en los años sesenta para fomentar una emigración planificada a Australia.

Sin embargo, la figura de Alfonso de Borbón, quien tendrá un protagonismo especial en Las hijas del capitán, declinó la balanza para la autora, atraída por un «tipo fascinante» que llevaba mucho tiempo en su cabeza. «Es un personaje entrañable, víctima de una enfermedad pero también de su fragilidad», señala la escritora respecto al heredero del trono español, que renunció por una boda con la joven cubana Edelmira Sampedro.

Ésta es la cuarta novela de Dueñas y asegura que el éxito de sus anteriores trabajos «no supone un peso en absoluto» a la hora de enfrentarse a la hoja en blanco. «El miedo al fracaso está ahí, pero yo siempre intento ser seria con los lectores porque al lector no se le engaña: simplemente habrá libros mejores y peores», dice.

El 'estilo Dueñas'

De hecho, la escritora -quien desconoce si hay un 'estilo Dueñas', aunque ella sí se «reconocería»- recuerda que en su forma de trabajar es muy importante una suerte de aislamiento por un cierto periodo de tiempo. «Mientras viajo no escribo nada, estoy meses de promoción y de trato con los lectores. Pero luego me tengo que volver a encerrar, no soy activa en redes sociales ni me carteo con lectores porque necesito esa concentración», señala.

Tampoco está en su mente durante el proceso de escritura la posibilidad de que la novela dé el salto a la televisión, como ya ocurrió con El tiempo entre costuras. «Me construyo una historia en mi cabeza, suelo elegir antes escenarios que pienso que me van a gustar, y no quiero verla en otra dimensión. Además, no soy una escritora para nada sufriente, disfruto mucho mientras trabajo», concluye.