Aunque iba para ilustradora gráfica, Pepa Lucas acabó licenciándose en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia en interpretación en el musical. Ha participado en producciones como My Fair Lady y Los Miserables y ahora se adentra en el Kit Kat Klub, el Cabaret de canciones míticas que, desde su estreno hace ahora cincuenta años, han visto 30 millones de personas. Dirigida por Jaime Azpilicueta, Cabaret está protagonizada por Alejandro Tous, María Adamuz y Alejandro Pita. La actriz cartagenera interpreta a Fräulein Kost, además de ser la 'cover' de Sally Bowles y la alternante de Schneider.

¿Cómo es su personaje?

Es una prostituta que intenta sobrevivir a sus circunstancias. Aunque es bailarina en el Kit Kat Klub (Fritzie), ejerce la prostitución porque le gusta el lujo. Este personaje representa la Alemania ignorante de aquel momento; ella simpatiza con el nazismo, pero porque quiere aumentar su poder adquisitivo y es muy ignorante en cuanto a lo que está por venir. De hecho, cuando lo descubre al final, le horroriza.

Su personaje es un ejemplo de que Cabaret no sólo es un musical para disfrutar, sino también para reflexionar, ¿no?

Claro, el público se lo pasa muy bien, porque es la producción más potente de la historia, es la del cincuenta aniversario y se ha cuidado todo al detalle, la puesta en escena es brutal, el vestuario es muy bonito y las coreografías son muy impactantes. Pero a la vez tiene un trasfondo que remueve a los espectadores, que viven una especie de catarsis y, en algunas escenas, se ríen de los propios nervios de lo que están viendo. La historia comienza como algo cómico y de repente da un vuelco de 180 grados, porque realmente está contando el preámbulo de la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué siente al trabajar en un musical que han visto 30 millones de espectadores desde su primer estreno?

Una gratitud al universo inmensa (risas). Esto es un lujo porque para mí es el musical de musicales, lo que implica también mucha responsabilidad. Están viéndola miles de espectadores a los que les cuentas una historia y debes hacerlo con mucho respeto. Está tan bien escrita y tan bien dirigida que es un lujo participar.

¿Cómo fueron los ensayos?

Fueron muy duros, con horas y horas de ensayos, pero el resultado merece la pena. Los espectadores se quedan tocados tanto por lo visual como por el texto y las interpretaciones, porque mis compañeros están maravillosos. Yo, ya se que trabajo en él, pero si no fuera así también recomendaría verlo encarecidamente.

Cada vez se producen más musicales en España, ¿cree que están en auge? ¿Es una buena salida para los profesionales?

Desde hace unos años están en auge y ahora estamos en un momento en el que tienen más valor, porque cada vez asisten más espectadores. Antes la gente era más reticente, pensaba que se iban a cansar con las canciones y luego, como pasa en Cabaret, se llevan una sorpresa. Además es una gran salida, de hecho de la Escuela de Arte Dramático de Murcia han salido grandes profesionales y ahora hay muchos proyectos que están por salir y será una buena oportunidad para asistir a audiciones.

¿Cómo comenzó su carrera?

Yo quería ser ilustradora y marcharme a Granada a estudiar Bellas Artes, pero me descubrieron este mundo y entré en la ESAD y vi que se podía vivir de ello, porque esto es una profesión y eso no hay que olvidarlo. Creo que tomé una decisión maravillosa y no me arrepiento. Ahora estoy encantada en Cabaret.