Dice Asier Etxeandia que uno de los secretos del éxito de El intérprete es que transmite el mensaje de que los sueños se pueden cumplir. Para los que le vieron hace dos años en el mismo escenario al que subirá mañana, uno de ellos será repetir. Para los que no, será conocer de primera mano la razón por la cual el boca a boca ha conseguido el éxito tan arrollador de este inclasificable espectáculo. Un éxito gracias al cual el actor no sólo lo mantiene en escena, sino que ha ampliado el montaje, que llega este sábado a Murcia con las entradas prácticamente agotadas.

El intérprete nació hace tres años en unas sesiones golfas en las que Etxeandia narraba por qué es lo que siempre ha querido ser. Actor, cantante, intérprete. Llenó el teatro La Latina y comenzó una gira que ha tenido que retomar con un formato notablemente ampliado, pero que mantiene su esencia: hacer un viaje musical a través de aquellas canciones e intérpretes dramáticos y solitarios que forman parte de nuestras vidas hoy, y de las de muchos otros antes que nosotros: Kurt Weill, Héctor Lavoe, Lucho Gatica, Chavela Vargas, La Lupe, Gardel, Talking Heads, David Bowie, Rolling Stones? «Todos ellos me hacían feliz de pequeño y me hacen feliz hoy», decía ya en 2013 el actor a Efe cuando presentó El intérprete, asegurando que este espectáculo «es una necesidad de explicarme, de ponerme en paz conmigo mismo y recordar por qué me dedico a esto».

Pero El intérprete no es un monólogo. Tampoco es un concierto al uso. Ni una obra de teatro. Tendrán que decidir los espectadores si es posible 'encasillar' este montaje. «Es un espectáculo con y para el público desde la deshinibición, el desenfado y el exceso». Una cita en la que todo es posible: «bailar, reír, llorar, tal vez soñar?». Así definen desde el TCM El intérprete XXL, que, producido por la Factoría Madre Constriktor, cuenta con la dirección escénica de Álvaro Tato, Lautaro Perotti y Santiago Marín y la dirección musical de Tao Gutiérrez.

Para Etxeandia -y quizá para el público también- «es el comienzo de algo mejor». «Es lo más de verdad que he hecho en mi vida, lo más honesto. Es mi personaje. Soy yo, en definitiva».