­­­De madre sastre y padre empresario de industrias cárnicas, no tenía referentes artísticos cercanos en su familia, «Bueno, sí, una prima mía sí que es pintora». Estudió en Carmelitas y en 2003 ganó el premio de pintura de la Cámara de Comercio. Su primera exposición, Parece mentira, sobre la desaparición de las especies, la hizo en la galería Babel al año siguiente. Desde entonces no ha parado. Hace pocos años su obra pública, instalada en vallas y en autobuses urbanos de Murcia, con Mariana de Austria desnuda, tuvo repercusión internacional. «Me gusta sorprender a la gente», dice.

¿Cuándo decidiste dedicarte a la pintura?

Esa decisión no se toma. De repente ves que lo que haces se vende, logras un hueco y por fin te dedicas a eso. La pintura es algo que te envuelve.

¿Buscas la polémica con tu obra?

Lo que busco son soportes diferentes, que la gente pueda ver obras de arte sin ir a un museo. Me gusta llegar al mayor número posible de personas. En una galería, con suerte, se puede llegar a un centenar de personas solamente, por eso hice obra pública. Sí que tuvo mucha repercusión cuando hice el montaje con el cuerpo de una modelo desnuda y el retrato que hizo Velázquez de Mariana de Austria, esposa del rey Felipe IV, y coloqué en tres traseras de autobuses de Murcia y luego, en vallas con el PAC, Proyecto de Arte Contemporáneo con El rapto de Europa. Ahí me di cuenta de que la gente es más tolerante de lo que creemos. Quizás por eso nos pasa lo que nos pasa. Los españoles tenemos demasiado aguante... hasta cierto punto, claro. Yo tengo claro que no votaré si hay unas terceras elecciones.

¿Te han censurado alguna vez?

Una de las empresas de autobuses se negó a poner la obra y entonces me fui a otra empresa. Fue por Sor Jerónima de la Fuente semidesnuda. Las monjas tienen un cuerpo y una sexualidad. No es que me censurasen, pero sí pusieron el grito en el cielo.

¿En qué te inspiras?

Las noticias y las fotografías históricas. Cuando tengo una idea busco una base de imágenes. Me gustan los personajes de los 50 y 60, pero que no marquen una época determinada. Eso hace la pintura más duradera.

¿El terrorismo sería un tema sobre el que pintar?

En estos últimos tiempos el mundo se ha vuelto loco. Soy bastante pesimista respecto al ser humano. La guerra de religiones que vivimos es la Tercera Guerra Mundial. Me da miedo la actitud de la sociedad. El arte podría ayudar a sacar el lado positivo de las cosas. A mí me sirve de catarsis.

¿Qué proyectos tienes?

Me gustaría indagar sobre el ser humano. El mejor cuadro siempre está por pintar. Me han incluido en Kreisler Art.com, es un punto de venta de arte online de referencia a nivel internacional y estoy muy contenta. Tengo proyectada una exposición en Málaga y, para 2017, otra, en las Casas Consistoriales de Mazarrón y una en Madrid, con obra inédita de pequeño y gran formato. También estoy preparando diez ilustraciones para la revista Hécula y organizando talleres para colegios sobre pintura y sueños.

De puño y letra: "Ama a los demás, ellos también tiene miedo".

Grafoanálisis de Pablo Alzuagaray.

Cuando un tema le apasiona a Carmen, puede llegar a manifestarse de manera incluso audaz al exponer, defender o justificar la lógica, veracidad o sensatez de las ideas con que se siente identificada.

Por otra parte, este apasionamiento intelectual hace que se implique en cuerpo y alma cuando desea que algo se realice y se concluya.

Puede, en tales circunstancias, llegar a desplegar una energía extraordinaria y una capacidad constructiva y creativa tal que llega a sorprender incluso a ella misma.