El Ecce Homo de Bartolomé Esteban Murillo, realizado entre 1670 y 1680, «representa el episodio bíblico de la Pasión de Cristo. Murillo representa a Cristo maniatado, con una corona de espinas, una caña en la mano a modo de báculo y un manto púrpura en el regazo, símbolos del escarnio al que fue sometido», recordaban ayer desde la Comunidad. «La sobriedad en la representación de los valores cromáticos de la figura y la introspección que sugiere su pose le confieren una gran elegancia y serenidad, por lo que también fue llamado Cristo de la Paciencia», apuntaron.

Ahora, la obra se va de viaje a Alemania: se mostrará hasta marzo de 2017 junto a más de un centenar de pinturas y esculturas en una gran exposición sobre el Siglo de Oro. La muestra, titulada Spain´s Golden Age. The Era of Velázquez in Painting and Sculpture, se inaugurará el próximo 25 de noviembre.