En 2017 se celebrará el centenario del nacimiento de Gloria Fuertes, autora que «murió con la sensación de que no se le reconocía como poeta». Para reivindicar su obra y su legado, el próximo año tanto el mundo editorial como diversas instituciones homenajearán su figura con múltiples actividades.

«Esperamos que el año que viene sea el año de Gloria», asegura Marta Porpetta, albacea literaria de Fuertes (Madrid, 1917-1998) que, junto con su hermana Paloma, dirige la Fundación que lleva el nombre de la poeta madrileña, que en 2017 hubiera cumplido cien años. Una Fundación concebida como un «cauce para mantener la memoria y huella» de Fuertes, nacida en el castizo barrio de Lavapiés, cuyas letras aparentemente ingenuas o naif encerraban un compromiso y una lírica singular que la convirtieron en una voz esencial de la literatura española de los cincuenta

Así, la que fue más conocida como autora de cuentos para niños será protagonista en el 2017, con una multitud de actos que está coordinando la Fundación que lleva su nombre en colaboración con distintas instituciones públicas y privadas, y que harán que «Gloria esté en todas partes», como señala Porpetta.

La Biblioteca Nacional de España (BNE) inaugurará en el mes de abril una exposición en la que se mostrarán los documentos sobre la autora que la institución posee en su fondo bibliográfico.

Además, el ayuntamiento de Madrid está en conversaciones con la Fundación para poder acoger una exposición sobre Fuertes, que solía llevar siempre una corbata al cuello, y cuyo emplazamiento está aún por determinar. «El Ayuntamiento tiene que implicarse, porque Gloria es una figura muy madrileña», reivindica su albacea.

La Universidad Complutense, interesada en celebrar un congreso sobre la autora, también contactó con la Fundación. Unas conversaciones que Porpetta espera que se retomen en el mes de septiembre. También le gustaría que al simposio pudiesen acudir académicos de Estados Unidos, donde Fuertes es un «referente de la poesía de posguerra y social», dice.