¿Por qué escribir novela negra? ¿Qué le hizo decantarse por este género?

La novela negra tiene varios aspectos que, como lector, siempre me han entusiasmado: la intriga, el bien como percepción personal y no social, el retrato más crudo de la sociedad y el crimen. Mi interés como escritor se centra en escribir libros que a mí me gustaría leer, y la novela negra es uno de mis géneros predilectos.

Mencione un autor del género que podamos considerar de culto para usted.

Patricia Highsmith y su Extraños en un tren.

¿A qué personaje, policía o detective, le hubiese gustado crear?

Además de a Beatriz Segura, mi investigadora licenciosa, al comisario Salvo Montalbano.

¿Prefiere la sangre o la psicología en sus novelas?

La psicología, sin duda. Aunque la sangre debe estar ahí, me interesa fundamentalmente la psicología, tanto la de los criminales como la de los que les persiguen.

¿Algún arma preferida a la hora de matar?

Aunque sea difícil de llevar a la práctica, una barra de pan congelada. Luego es fácil deshacerse del arma del crimen, como hizo mi asesino de Política criminal.

Valore la novela negra española frente a la de otros países.

Me gusta más. Me siento más cercano a ella por psicología, sociedad y cultura.

¿Qué le ha impulsado a asistir a Cartagena Negra, conocía ya estas jornadas?

El placer de compartir experiencias y la afición común con otros escritores y lectores. También la oportunidad de dar un poco de eco a mi propia obra. Sí conocía las jornadas, si el año pasado no acudí fue por un pequeño malentendido. Es de agradecer el impulso que Cartagena Negra da a nuestra novela negra.

¿Qué opina del boom de festivales negros que hay en España?

Afortunadamente, la novela negra ha pasado de ser considerada como un subgénero a ser un género en sí misma. Dado que la mayoría de las editoriales tienen un presupuesto ínfimo de promoción, toda ayuda a dar a conocer a sus autores y popularizar el género, como hacen los festivales negros, es un gran impulso para muchos escritores del género.

¿Hay algún tema que no trataría nunca en sus novelas?

No. Los temas truculentos y políticamente incorrectos creo que precisamente en el género negro es donde tienen mejor cabida. Lo políticamente incorrecto me atrae como ejercicio de libertad.

¿Cree que la realidad supera a la ficción como fuente de argumentos negros?

En muchos casos sí. Hay tanta sordidez, locura puntual y corrupción en nuestra sociedad que parece increíble que algunos hechos sean reales. Y en Mallorca, donde resido, de tanto en cuando se producen muertes sin explicación que dan ideas para relatos que rozarían la ciencia ficción.

¿Qué le diría a un lector que no conozca su obra para que se acerque a sus novelas?

Que son entretenidas, que están bien construidas, que la gente las lee de un tirón, y que creo que, con lo difícil que es eso, no hay en toda la literatura negra un mujer tan desinhibida y casquivana como mi Beatriz Segura.

¿Cuál es, si se puede confesar, el siguiente crimen que tiene en mente?

El de un aspirante al trono de Mallorca.