Hay cuadros de pequeño formato en los que mujeres y niñas miran al espectador que, a su vez, las mira a ellas. Hay trazos de naturaleza atrapados en pintura: la luna que se esconde en bruma, árboles y setos. Y hay arquitectura sobre ruedas, trasladada por humanos cuasi esclavos que inquietan a quien se los topa.

El autor Manuel Páez expone hasta el 30 de septiembre en Casas Consistoriales (Mazarrón) una colección que se llama Atavismos. En biología, el atavismo -o regresión- se define como semejanza con los abuelos o antepasados lejanos. Es la aparición de caracteres propios de antepasados.

Y es lo que pretende hacer Páez, quien «trae a Mazarrón una selección de trabajos pictóricos y escultóricos en la que combina elementos clásicos y contemporáneos», consideran desde el Ayuntamiento en la nota de prensa oficial remitida. Páez, murciano, ha participado ya en ferias como ARCO o ArtMadrid. Ahora, invita al visitante a que se adentre en sus propias -y ajenas- esencias.