El cantaor José Mercé (Jerez de la Frontera, 1955) presenta estos días su último trabajo, Doy la cara. Un disco de duetos en el que versiona grandes clásicos de la música en español junto a importantes artistas del panorama musical. Esta noche regresa a La Unión para actuar en el Festival del Cante de las Minas, que le entregará el Carburo Minero.

El título del disco ha sido elegido por su mujer. ¿Cómo surgió?

Estábamos hablando en casa y ella dijo que en esta sociedad nadie da la cara. En ese momento pensé que yo sí, doy la cara por la música, que falta le hace. Por ella y por otras muchas cosas.

Es su primer disco de duetos. ¿Cómo nació la idea?

Bendita sea la hora porque lo estoy disfrutando mucho. En un principio yo quería hacer un disco exclusivamente de guitarra y cante. El 2 de octubre cierro la bienal de flamenco de Sevilla y de ahí ya saldrá un álbum. Así que la discográfica me sugirió hacer este disco de duetos. Javier Limón -productor de este trabajo- y yo nos pusimos a pensar y elegimos a estos grandes artistas. La selección de temas también fue cosa de los dos y se los propusimos a cada uno de los colaboradores.

¿Todos los colaboradores quedaron satisfechos con la propuesta que les hicieron?

El único que no estuvo de acuerdo fue Pablo Alborán, porque yo quería hacer uno de sus primeros temas pero él quiso cantar Tu frialdad. Casualidades de la vida, ese nombre ya lo habíamos sacado el día de antes Javier y yo. Fue una satisfacción porque para mí es el tema más especial del disco porque pone la piel de gallina. Las dos voces quedan muy bien juntas y eso que es muy difícil de cantar porque tiene que salirte de dentro.

¿Cómo ha vivido la experiencia de cantar con Ainhoa Arteta?

Ha sido una maravilla. Es la mejor soprano del país. Ella canta muchísimos tonos por encima del mío. Mis nietos han elegido este tema como su preferido del disco y siempre me piden que lo ponga cuando los recojo en el colegio.

Dice que uno de los momentos más especiales de la grabación fue su visita a Berklee.

Es una de las cosas que agradeceré siempre a Javier. La idea me paraba un poco porque eran muchas horas de avión, pero cualquier enamorado de la música debería viajar allí al menos una vez en la vida. Es algo impresionante.

Ha reconocido que ha tenido que adaptarse más al estilo de sus colaboradores que ellos al suyo.

Lógicamente. Es más difícil para ellos acercarse al flamenco porque es algo que nace, no puede aprenderse.

Su hija O'Hara ha participado también en Doy la cara.

Fue una sorpresa grandiosa porque es profesora de universidad. Ama la música, porque la ha mamado en casa. Es mi mayor crítica, no sé si le tengo miedo o respeto (ríe). Vino al estudio y Javier, que la conoce desde que era pequeña, la convenció. Luego me dijo que le habría gustado cantar más.

Asegura que hace veinte años le hubieran criticado mucho por este disco.

Sí. Ahora llevo muchos años de carrera y ya saben como soy. En este momento me lo he podido permitir. Me gusta el riesgo y ya no temo las críticas de los puristas. A estas alturas ya me da igual.

Y está siendo un éxito; tiene una larga gira actuando en grandes escenarios...

Me siento un ser privilegiado. Estoy viviendo un momento muy dulce de mi carrera y eso me anima a seguir durante mucho más tiempo.