El joven pintor murciano Alfonso del Moral, discípulo de Pedro Cano y admirador de la pintura de Mariano Fortuny, acaba de terminar dos importantes encargos pictóricos: el retrato de Cobacho para el Rectorado de la Universidad y más recientemente, el cartel que anunciará la próxima Feria Taurina de Murcia este próximo mes de septiembre. Graduado en Derecho, en la actualidad compagina el mundo de la pintura con el Máster de Abogacía y su otra afición, mucho menos conocida, la de bailarín de tango.

¿Te atrae el mundo de los toros?

Mi opinión sobre el mundo taurino es algo estrictamente personal. Opino que en ese, como en todos los ámbitos, no todo es blanco o negro. La vida tiene muchos matices.

¿Desde cuándo pintas?

Desde que tengo memoria. Conservo dibujos de cuando tenía dos años. Con siete comencé a dar clases de pintura en la Academia Arlés de Vistalegre. Allí aprendí las principales técnicas hasta que conocí a Pedro Cano con quien he hecho cursos en Blanca, Roma, Nápoles, Cartagena y, el pasado mes, en Fabriano con motivo de la Bienal Internacional de Acuarela y de la exposición de Pedro en el Museo del Papel.

¿Cómo defines tu pintura?

Pinto lo que a mí me gusta. Yo diría que mi pintura es realista o más bien figurativa. El público espera un canon más clásico, pero tampoco renuncio a pintar más fresco o más moderno.

¿Para cuándo tu primera exposición?

He preferido esperar. Mi carrera me ha ocupado casi todo mi tiempo. Aún así he comenzado a preparar obra para una exposición para finales de septiembre de 2017 en la galería Chys de temática andalusí sobre paisajes urbanos de Córdoba, Granada y Marraquech. Me encanta la temática árabe.

¿Aspiras a vivir de la pintura?

Mi vocación en absoluto es la abogacía. La verdad que no lo sé. La vida está llena de sorpresas. En principio, la idea es compaginarlo pero veremos dónde termino. Los dos trabajos son muy absorbentes. Ahora mismo estoy preparando un proyecto de fin de carrera sobre los límites del arte frente a la moral pública que se publicará en la revista académica InDret de la Universidad Pompeu Fabra el próximo mes de octubre.

¿Con qué etapa de la pintura te sientes más identificado?

De todas las épocas de la pintura se puede sacar algo pero no podemos quedarnos en los clásicos. Hay que mirar dentro de uno mismo. La pintura está dentro de nosotros. Lo que sí puedo decir es que yo soy muy del siglo XIX, de la Escuela Racionalista Ilustrada aunque no me adscribo a ninguna corriente de pensamiento. Me reservo el derecho a cambiar de opinión siempre.

¿Cual es tu técnica favorita?

Mi favorita es la acuarela pero pinto también con pintura acrílica. Tampoco le tengo miedo al retrato para el que me gusta emplear el óleo. No tengo temas preferidos pero si algo te llama la atención no tienes más remedio que pintarlo.

Grafoanálisis de Pablo Alzuagaray. La personalidad de Alfonso está fuertemente definida por su naturaleza ´sentimental´: tiende siempre a valorar a los demás más que intentar comprenderles. Posiblemente se considera a sí mismo como una persona de gran sentido social y hábil a la hora de lograr la adhesión ajena. Su actitud conciliadora, afín a su vocación de ´Mentor´ y consejero, le permite aunar pareceres y esfuerzos; amante de la coexistencia pacífica, siempre dispuesto a reconciliarse e incluso a reconciliar a otras personas entre sí, para lo cual se sirve de su tacto y poder de sugestión.