Usted encarna a Melody en este trabajo basado en un texto de Woody Allen.

Se puso en contacto conmigo uno de los productores. Empecé a leer el texto, que ya conocía porque ya había visto la película, y me encantó. Creo que el hecho de que el texto sea de Woody Allen es una garantía. Es una historia solvente que tiene mucho que decir. El teatro, además de entretener y de divertir, tiene que hacer pensar, como sucede en esta función. Es una obra que da qué pensar y reflexionar. Además, mi personaje es una chica que se ha educado entre concursos de belleza con una madre ultracatólica y un padre integrante de la Asociación Nacional del Rifle. Se desvincula de esa vida y se va a Nueva York, donde se encuentra con Boris, un hombre que la va cambiando, lo que hace que mi personaje tenga una evolución muy bonita.

Con ese personaje ha estado nominada al premio Ercilla en la categoría de actriz revelación.

¡Ya estar nominada ha sido toda una satisfacción! En estos trabajos hay una parte individual, pero también una parte colectiva, que es muy importante. Una no brilla en un personaje si no está bien arropada.

Y usted lo está, entre otros por, por el actor José Luis Gil.

Hasta ahora no había trabajado con él, aunque había seguido su trabajo en teatro y televisión y no me ha defraudado. Es un placer trabajar con un actor de estas características. Creo que el Boris que él interpreta es mucho mejor que el de la película. Además, gracias al resto de compañeros, Rocío Calvo, Beatriz Santana y Ricardo Joven, el proceso de trabajo ha sido el más fácil que he tenido en mi carrera. Desde el principio ha sido muy fácil, empezando con el director, Alberto Castrillo-Ferrer, que nos lo hizo todo muy asequible. Además, los personajes están muy bien definidos, pero el director nos ha sabido llevar magníficamente. Me divierto mucho viendo trabajar a mis compañeros y creo que eso se nota en el trabajo que resulta. La función está gustando mucho tanto en Madrid como ahora en la gira.

Una gira en la que ha tenido que ausentarse unas semanas.

Efectivamente, en el primer bolo de la gira entré con el tacón, pisé mal y me rompí un pie. Han sido dos meses de parón que para un actor es un fastidio. Este tiempo me sustituyó una compañera, pero ahora cada vez que me subo al escenario lo disfruto más.

Su rostro comenzó a ser más conocida a nivel nacional gracias a Cámara Café.

Fue un trabajo muy importante. Empecé haciendo un programa de televisión en Canal Sur y luego me trasladé a Madrid para estudiar cine y presenté otro programa infantil, pero sin duda lo que más popularidad me ha dado ha sido Cámara Café. Ha supuesto un antes y un después para posicionarme en esta profesión y poder hacer otras cosas. Yo creo que en este trabajo cada página que pasas, empiezas con otra en blanco.

Y ¿qué páginas va a escribir en los próximos meses?

Estoy en plena gira de esta obra y tengo la suerte de ir enganchando un trabajo con otro. No me preocupa lo que viene luego, pienso solo en lo que estoy ahora.