La venta de música grabada en España ha aumentado por segundo año consecutivo, tras 12 años de caída continuada, casi un 7 por ciento, lo que supone que los españoles gastaron en 2015 un total de 160,2 millones de euros.

Según un informe de Promusicae, que agrupa a los productores de música de España, Alejandro Sanz, con su álbum Sirope, fue el disco más vendido del año, con más de 155.000 ejemplares, superando tras cuatro años a Pablo Alborán, que se sitúa en segundo puesto con 120.000 discos de Terral. Manuel Carrasco se situó en tercer lugar con 70.000 discos de Bailar el viento, seguido de Adele, la artista más vendedora en 2015 en todo el mundo, con 25 (66.000 unidades), y de los ídolos adolescentes Gemeliers, que repiten quinta plaza con 61.600.

El gasto en música grabada supone un aumento respecto a los 149,9 millones del año anterior pero aún está muy lejos de los 603 millones de 2001, año a partir del cual las descargas ilegales y la crisis «condenaron» al sector. El auge de los formatos digitales, en particular el éxito del streaming, explica el crecimiento en un año en que las ventas físicas siguieron desinflándose. El peso del mercado digital y del físico están ya prácticamente empatados, con un 49,4% y un 50,6% respectivamente.