Salva Riquelme, Morgan Blasco, Eloísa Azorín y Leandro Martínez-Romero Férez -autor de la música- protagonizan Sedientos, la última producción de la Compañía Ferroviaria, que vuelve a contar con escenografía de Ángel Haro e iluminación de Pedro Yagüe y que se estrena hoy en el Centro Párraga.

El montaje de Sedientos surgió durante los cursos de la Persistencia de la memoria que Paco Macià, director de la obra, y Luisma Soriano impartieron en el Párraga, coproductor del montaje. «Nos planteamos que desde la puesta en escena de las biografías propias se podían comunicar valores universales en los que reconocernos todos, así como la piedra que cae al agua y expande sus ondas casi infinitamente», recuerda Macià.

Y para ello profundizaron en Sedientos, un texto del escritor libano canadiense Wajdi Mouawad, «que escribe directo al corazón, comprometido con el mundo». Ferroviaria, siendo fiel a sus principios, ha abordado la obra desde «una total libertad estética que no quede encorsetada por la literatura dramática, aunque la inspire». Así, tras varios intentos por abordar la obra de Wajdi, la compañía optó por «unos textos sin estructura aparente, construidos a base de escenas, fragmentos, réplicas, pensamientos, sin hacer esfuerzos por lograr coherencia».

Sedientos es una de las tres obras que el dramaturgo escribió pensando en la juventud. Una obra que confronta al espectador con su propia vida, llevándolo a una catarsis emocional: ¿Cuáles han sido nuestros sueños? ¿Qué hemos hecho con ellos? Una obra, pues, «que alienta a buscar nuestro lugar en el mundo».

La obra parte de la historia de Boon, un antropólogo forense al que se le pide investigar los restos de un joven que murió hace 22 años, abrazado a una chica. Ambos están sin identificar y fueron encontrados en el fondo de un río congelado. Durante la investigación, Boon se encontrará no sólo con la identidad de estos jóvenes, Murdoch y Norvege, sino también con sus propios recuerdos y sueños de juventud, que ya hacía muchos años que creía muertos y enterrados.

La obra se estrena hoy en el Centro Párraga, donde estará en cartel en varias funciones -siempre a las nueve de la noche- hasta el 20 de febrero. El aforo de la sala está limitado a 70 personas.