«Se trata de elegir una pieza del museo y ponerla a dialogar con una tuya: yo he elegido el Retrato del padre y le he hecho otro retrato a mi propio padre». Así hablaba ayer Ángel Haro del trabajo que inauguró anoche en el museo de la plaza de Santa Catalina, en Murcia, dentro de la iniciativa Diálogos. «Mi padre era forjador», rememora el artista, «y yo aprendí algo de ese oficio, y he hecho una cabeza en hierro de mi padre, frente al retrato de Ramón Gaya, que es un óleo», asevera el autor. Explica que «los retratos del padre o se hacen siendo el artista muy joven, como lo hizo Gaya, o cuando el padre ha muerto, como es mi caso».