El pintor cartagenero Salvador Torres expone desde el pasado jueves en el Museo del Teatro Romano de Cartagena la muestra Theatrum, en la que pone de manifiesto cómo el propio teatro es «el lugar que contiene más verdad de todos los escenarios posibles».

La muestra presenta escenarios diversos desde la particular óptica a medio camino entre el pop y la figuración lírica que caracterizan la obra del artista.

En sus pinturas se representan figuras como pavos reales, nidos de aves, dados romanos, máscaras teatrales, bodegones y manzanas, elementos todos ellos fuera de escala en diferentes ciudades y entre planos contradictorios, en los que, por ejemplo, puede amanecer y atardecer a la vez, o sucederse secuencias.

La muestra mezcla también elementos de la mitología romana y de la creada por el propio autor en diferentes escenarios del teatro romano, tanto en los años que pasó oculto, como en los visibles tras su recuperación. Y muestra así que «mediante el trabajo de recuperación de la arqueología se rescata un espacio, su entorno vital, el alma inmortal de lo que fue, es y será ese edificio», como explica Torres en el catálogo de la exposición.

Junto a las obras, en diferente formato, Torres también muestra bocetos, realizados algunos de ellos sobre hojas de proyectos antiguos de arquitectura, donde se ha tramado lo que posteriormente pasó a los lienzos, imitando la técnica del palimpesto, antiguas escrituras escritas sobre los mismos pergaminos, utilizados una y otra vez y en las que, como en las obras del autor, se encuentran «múltiples revelaciones».

Y así, tanto los bocetos como los cuadros, muestran que «la banalidad del mundo real proviene de nuestra incapacidad para ver lo fantástico en lo cotidiano por medio de nuestras obsesiones personales».