«¿Cuál es el valor de la humanidad?», se pregunta la cantante de jazz y compositora Melody Gardot en su nuevo disco, Currency of Man, su cuarto álbum de estudio, que ayer se publicó en España y en el que explora «el lado eléctrico» de las canciones. La intérprete lo presentará el próximo 24 de julio en el Auditorio Parque Torres de Cartagena, dentro del festival La Mar de Músicas.

«Cuando vas en metro y te sientas al lado de alguien, no sabes nada de esa persona. Es divertido, porque vivimos con un gran misterio al lado. Cada persona tiene su propia historia y, si pudiéramos escucharla, nos sentiríamos más conectados», explica la cantante sobre el título de su nuevo disco.

Gardot (Nueva Jersey, Estados Unidos, 1985) comenzó en la música casi por casualidad o, al menos, sin quererlo, cuando una camioneta arrolló su bicicleta a los 19 años, un accidente que la mantuvo postrada durante un año en una habitación de hospital con severos daños en el cuerpo y en la cabeza, casi «un vegetal».

Tuvo que volver a aprender a andar, a hablar, a leer, a entender... «Era como ser una niña de nuevo», explica la cantante, que descubrió en la música una nueva forma de relacionarse con el mundo. «A veces cosas como esta son maravillosas. No todo es una tragedia, aunque a veces lo parezca», asegura Gardot, quien está convencida de que «hay veces en que cosas que no parecen muy buenas resultan ser lo mejor que te ha pasado en la vida».

Canta a través del dolor, aunque ese dolor varíe y no sea el mismo hoy que el que fue entonces, porque «las circunstancias cambian cada día», reflexiona la estadounidense, quien asegura que, sea del tipo que sea, un dolor local o sentimental, siempre se puede superar «cambiando tu mente».

Marcada por este accidente, Gardot tiene que llevar siempre gafas oscuras por su hipersensibilidad a la luz. También camina acompañada de un bastón y para actuar en directo requiere condiciones especiales. Eso no es obstáculo ni para sus giras ni en sus esporádicas visitas a los estudios.

La palabra inglesa que forma parte del título, 'currency', en español 'divisa', significa también 'valor', un juego de palabras con el que pregunta y se pregunta cuál es el valor de la vida humana.

«Todos hacemos lo mismo y decimos, 'Soy mejor, porque tengo más dinero'», argumenta Gardot, y, sin embargo, «cada uno tiene una experiencia de vida diferente y, en la mayoría de las ocasiones, desconocida para el resto, a pesar de convivir tan cerca».

Las circunstancias son tan diferentes, dice, que inevitablemente surge la pregunta sobre «cuál es el valor de la humanidad», explica, es decir, qué es lo importante en este mundo y cómo cada uno, independientemente de sus características individuales, lucha por sus objetivos.

En Currency of Man se tocan temas diferentes del trabajo anterior de la cantante, The Absense; así, en el primer sencillo, Preacherman, se inspira en el movimiento de derechos civiles estadounidense.

«La inspiración a la hora de escribir me llega de la vida real, de la gente real», cuenta Gardot, que intenta aproximar las historias a la actualidad, como la de un niño que murió en 1965 y «cuyo recuerdo mantenemos ahora cuando escuchamos otras historias». «Compartir una historia que es verdad supone una forma de recordar a la gente», señala la artista.

Además, no renuncia a su particular estilo impreso en trabajos anteriores, pero ha jugado a experimentar con nuevos ritmos, como la aparición de un coro de góspel en la canción Same to You o elementos de 'funk' setentero en She Don't Know.

Además de en Cartagena, Gardot presentará su nuevo disco en Barcelona, Madrid, San Sebastián y Vigo. La cantante ya actuó en La Mar de Músicas en 2010 en una noche inolvidable en la que tuvo que comenzar más tarde el concierto por el ruido de bocinas y cohetes que sonaban a lo lejos. Fue en 2010 y la noche que España ganó el Mundial de Fútbol. Regreso a la ciudad portuaria en 2012 para actuar en el Festival de Jazz de Cartagena.