Después de medio siglo de carrera, Joan Manuel Serrat asegura sentir gratitud hacia la vida y hacia todos aquellos que le han permitido dedicarse a un oficio, el de la música, por el que todavía hoy se desvive y le hace disfrutar. «Siento gratitud por la complicidad de la gente y satisfacción por poder seguir», afirmó el artista catalán cuando cumple ya cinco décadas de grandes éxitos en los escenarios o «dando pedales», como le suele gustar decir.

A falta de unas semanas para su actuación en Murcia, Serrat se mostró con fuerza para afrontar un mes intenso, con más de una docena de actuaciones que le llevarán no sólo por España, sino también por Portugal, Francia y Reino Unido en el marco de su gira Antología desordenada, que arrancó a finales del pasado febrero en América Latina.

Sea donde sea, para él «es muy satisfactorio poder estar hoy en día preparando conciertos, tener la posibilidad de llevar a cabo una gira, volver a estar con gente y con músicos a los que quiero y con los que me encuentro muy bien compartiendo escenario», explicó el cantautor.

El artista catalán confirmó sentirse totalmente recuperado de los problemas de salud que le obligaron a suspender varios conciertos -pospuestos hasta septiembre- antes de volver a subir al palco el pasado fin de semana, en Valencia, donde también hizo historia, al ser el primer cantante no lírico en subir al escenario del Palau de las Arts.

«Agradezco el afecto que he recibido, pero se magnificó mucho la historia. Sólo se trató de un proceso gripal mezclado con una afonía, a veces estas cosas no es tanto la gravedad como la paciencia para recuperarse bien», subrayó el artista, quien lamentó los inconvenientes causados.

Sobre el actual panorama musical en España, Serrat lamentó «la falta de un escaparate más plural» que permita llegar al público a aquellos que ya hoy apuestan por otras tendencias y estilos más alternativos.

«Hay gente que lo hace, pero no tiene el escaparate necesario para ser conocida. Y todo lo que no es conocido, no existe», sentenció.

Interrogado sobre si no echa de menos, en un contexto político agitado como el actual, la aparición de un movimiento de ´canción protesta´ similar al que surgió en las décadas de los 60 y los 70 -del que él fue uno de sus máximos exponentes-, el artista catalán se limitó a señalar que no pretende «pontificar».

Conocido por su activismo cultural y su lucha por la democracia durante la dictadura, el cantautor abogó por «dejar a las fuerzas emergentes» que han irrumpido en el panorama político español hacer su trabajo y después «ver qué pasa».

«Sería bueno que se hiciera una lectura correcta de lo ocurrido (...) sin fatalismos ni excesivos optimismos», consideró.

Serrat alertó de los peligros del miedo como «herramienta con la que juega el poder» para atemorizar a los ciudadanos, y pidió a quienes «han estado ciegos ante la realidad que abran los ojos».

El artista, de 71 años, nació en Barcelona en el seno de una familia obrera y es en la actualidad uno de los grandes cantautores españoles con un largo historial de premios y galardones, además de ser autor de discos tan célebres como Mediterráneo o El sur también existe.

En Antología desordenada, que Serrat presentará en el Cuartel de Artillería de Murcia el 23 de junio, el cantautor ha hecho una personal elección «desde el presente y con la voz de ahora», como explica en el anuncio de su gira.

«No son lo que podría ser un relato histórico, me pareció más interesante hacer una elección personal de entre las 600 canciones que integran mi cancionero, de modo que hasta algunas pueden resultar muy curiosas».

En el cuádruple disco han colaborado artistas como Rubén Blades, Alejandro Sanz, Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Dulce Pontes, Estopa, Pablo Alborán, Miguel Poveda, Lolita Flores, Ana Belén y Miguel Ríos, entre otros.