La ciudad Santa de Caravaca llora la pérdida del obispo emérito de la Diócesis, Javier Azagra, considerado como el impulsor del nombramiento de Ciudad Santa y Año Jubilar 'in perpetuum' por parte del papa San Juan Pablo II en 1998. Durante su apostolado concedió a Caravaca dos Años Jubilares diocesanos en 1981 y 1996, pero fue una tarde de enero de 1998, siendo Hermano Mayor Antonio Caparrós, cuando llegó a Caravaca para dar a conocer la concesión de Roma. La ciudad le entregó la distinción de Premio Todmir y fue nombrado Cofrade del Año 2002. ENRIQUE SOLER