La fotografía costumbrista, antropológica, de reportaje, publicitaria, documental o artística ha sido reflejada a través de más de quinientos nombres en el Diccionario de fotógrafos españoles, que recoge la historia de la fotografía española desde el siglo XIX hasta la actualidad. Entre los fotógrafos que forman parte del mismo, se encuentran trece murcianos o residentes en la Región. La publicación, en la que colaboraron Acción Cultural Española (ACE) y en cuya redacción participaron Chema Conesa y Paco Salinas, es el primer diccionario exhaustivo de fotógrafos españoles, un volumen de 660 páginas que reúne a más de 500 autores y que servirá como referente para el estudio de la historia de la fotografía española.

El Diccionario de fotógrafos españoles está ilustrado con más de mil fotografías representativas tanto de los distintos autores como de la imagen española en su conjunto, acompañadas por textos biográficos y críticos elaborados por estudiosos y expertos en este arte. La obra cuenta con dos versiones, una en español y otra en inglés, y hay disponible, gracias a la colaboración del ministerio de Educación, Cultura y Deporte, una versión ´on line´ de descarga gratuita.

La Región no sólo destaca en este diccionario por ver nacer a estos fotógrafos y otros muchos, sino también por haber albergado a lo largo de los años exposiciones de la mayoría de autores de esta publicación, tanto en las galerías públicas como privadas o en festivales como Fotoencuentros; por ver su obra editada en libros de editoriales murcianas, como Mestizo, o porque muchas de sus piezas se encuentran en fondos municipales y de la Comunidad Autónoma. E incluso se encuentra el curioso caso de Kaulak (Madrid 1874/1933), que, además de fotógrafo, fue diputado en las Cortes de Cieza o la del fotógrafo francés afincado en Madrid Antonio Passaporte, quien no vivió en la Región, pero entre las fotografías seleccionadas para el diccionario aparecen una del Mercado de Verónicas de Murcia y una panorámica de Cartagena.

Entre los fotógrafos murcianos se encuentran nombres desde principios de los años veinte del pasado siglo hasta profesionales que continúan activos en la actualidad y que trabajan en distintas disciplinas de la fotografía. Curiosamente, la mayoría de ellos son de Cartagena y Lorca y, aunque no se puede hablar de generación, muchos nacieron en la década de los cincuenta del pasado siglo. El fin del siglo XIX también vio nacer a una generación de grandes fotógrafos murcianos.

Juan Manuel Díaz Burgos

Cartagena, 1951. Este fotógrafo, como recuerdan en el diccionario, ha compaginado su actividad como docente y fotógrafo. Además de por su inspiración en la cultura cubana y sus gentes, por sus retratos en Cartagena y sus numerosas exposiciones, tanto en la Región como en el país y en el extranjero (La Habana, Colonia, Chicago, entre otros), el diccionario destaca su labor para recuperar la fotografía histórica de la Región y por ser el impulsor del Centro Histórico Fotográfico de la Región, que dirigió de 2001 a 2007.

Juan Ibáñez Abad

Jumilla, 1846/Yecla, 1932. «Perteneció a una de las mayores sagas de fotógrafos profesionales que se conocen», dice la publicación, ya que tanto su padre como todos sus hermanos, hijos, varios de sus nietos y algunos biznietos «han perpetuado la firma Ibáñez hasta nuestros días». Ibáñez, que también fue lutier y repostero, retrató a miles de personas, documentó tradiciones y antiguos oficios y creó la primera serie de postales de vistas de Yecla. Creador de sus propias cámaras, el diccionario asegura que «con muy pocos medios creaba atmósferas mágicas».

Blas Aledo

Alhama de Murcia, 1894 / Lorca, 1959. De Blas Aledo, el diccionario destaca la importancia que tuvo su estudio en Lorca, dedicado al retrato, las fotografías de carné y la venta de material fotográfico, pero, sobre todo, que fue el primero de una larga generación de fotógrafos que aún perdura. Aledo trabajó además como reportero gráfico y la publicación lamenta que la mayor parte de su archivo haya desaparecido.

Bartolomé Ros

Cartagena, 1906/Madrid, 1974. Aunque en 1918 se trasladó a Ceuta, este cartagenero tuvo uno de los más importantes negocios de fotografía en Málaga y Madrid Ros Fotocolor y destaca por una obra que fue crónica social y militar de Ceuta y el norte de África durante los años 20. PhotoEspaña entrega cada año un premio que lleva el nombre de este autor, cuyo legado permaneció en el anonimato hasta décadas después de su muerte.

Carlos Gallego

La Nueva (Langreo, Oviedo), 1958/ Cartagena, 2005. La publicación del Ministerio recuerda que Gallego trabajó en LA OPINIÓN como redactor gráfico desde 1988 hasta su prematura muerte en 2005, aunque su pasión por la fotografía comenzó a los 17 años. Gracias a su paso por la Asociación Fotográfica Cartagenera, Gallego profundizó en el conocimiento técnico de la fotografía. Dedicó su carrera al reportaje comprometido y reivindicativo en países con problemas sociales viajando a la Nicaragua sandinista, a la Antigua Unión Soviética o a Chile. Ya en este diario, «su cámara registro los conflictos sociales y laborales en la Cartagena de la década de los 90», dice el diccionario, que atestigua que Gallego fue de los primeros en denunciar la situación del pueblo saharaui. También se hace eco de que el fondo fotográfico del reportero, compuesto por 470.000 fotografías, fue adquirido por la Comunidad Autónoma en 2008.

Moisés Ruiz

Cartagena, 1953. Trabajó en LA OPINIÓN y fue monitor del Taller de Fotografía de la Universidad Popular de Cartagena hasta 1998. «Muy vinculado a su tierra natal, está considerado como un referente de la fotografía en Cartagena», asegura la publicación, que se hace eco de sus viajes por África, Europa y América para documentar junto a Juan Manuel Díaz Burgos la historia del nombre de Cartagena. De su estilo, valora «la experimentación: realiza collages artesanales y manipula el material fotográfico, acercándose al expresionismo».

Pedro Menchón

Lorca, 1875/1955. Discípulo de José Rodrigo, la influencia de este maestro estuvo muy presente en la obra de Menchón, sobre todo en sus retratos de estudio. El libro narra su evolución, ya que primero se centró en la escenografía y, posteriormente, buscó en sus fotos la psicología de los retratados. Fotografió procesiones de Semana Santa, partidos de fútbol, actos sociales... «Sus imágenes han aparecido en importantes obras», señala el libro.

José Rodrigo

Lorca, 1837/1916. Compuso, dice el diccionario, «una interesante galería de personajes populares y de oficios». Pero, entre sus trabajos, destaca la serie sobre la Cartagena Cantonal sitiada y los yacimientos mineros de Sierra Almagrera y los de todo el levante murciano hasta Mazarrón. «Este último será uno de sus trabajos más meritorios y el primero que le sacará de la condición de ´retratista´ para ser incluido en la de ´artista fotógrafo´», describe el texto. Aun así, si por algo será recordado Rodrigo fue por popularizar el retrato en Lorca.

Juan de la Cruz Megías

Cabezo de Torres, 1959. Este fotógrafo autodidacta, realizó su primer reportaje de boda a los 14 años y a los 19 abrió su estudio profesional. En la actualidad, explica el diccionario, continúa realizando fotografía de boda, además de bodegones, retratos y fotografía de arquitectura y trabajos publicitarios, entre otros. También valora su trabajo impartiendo talleres fotográficos y recuerda algunas de sus exposiciones, tanto en Murcia, como en varios centros nacionales-como el Museo Reina Sofía- e internacionales.

Chema Conesa

Murcia, 1952. «El retrato es el género por excelencia desarrollado por este autor, que lo concibe desde el ámbito periodístico», destaca el Diccionario de fotógrafos españoles, que repasa la trayectoria en numerosos periódicos nacionales y dominicales de Conesa, de quien enumera además sus premios y a algunas personalidades que han estado delante de su objetivo, como Felipe González, Alfonso Guerra y Ana Botella; y otros del mundo de la cultura, como Antonio López, Pedro Almodóvar o, la de la imagen, la actriz Emma Suárez.

Saturnino Espín

Madrid, 1952. Vive en Murcia desde que era bebé y a los diez años le regalaron su primera cámara. A finales de los sesenta, como explica el diccionario, inició su actividad como fotógrafo profesional, «disciplina que combinaría con la producción de obra personal hasta 1985». Fundador del colectivo Imágenes junto a otros creadores, destacó ya en la década del 2000 «como un renovador», por sus montajes y sus fotografías de alto constaste. Está incluido entre los jóvenes españoles de la ´Quinta generación´ junto a Fontcuberta, Rigol o Formiguera.

Paco Salinas

Murcia, 1953. Ejerce la fotografía como profesional desde 1976 trabajando en diferentes medios, como en LA OPINIÓN (1988-1990) y ha sido maestro de fotografía impartiendo talleres y clases de máster. Aunque recuerda sus series más conocidas, como Este o Este, el diccionario resalta que Salinas se ha dedicado exclusivamente desde 1992 a la difusión del medio fotográfico como arte contemporáneo. Así, enumera la creación de la Asociación Mestizo y el sello editorial que nació de él, y su labor como director y comisario del Festival Fotoencuentros-Fundación Cajamurcia.

Eduardo Cortils

San Pedro del Pinatar, 1963. Sus exposiciones en el Reina Sofía y en el Museo Español de Arte Contemporáneo, así como en varios centros de arte de Nueva York y Holanda, así como sus premios y becas son recogidas en este diccionario, que señala que la obra de Cortils «transmite una preocupación por el estado de la humanidad, la inmigración y la relación entre Occidente y otras culturas en los siglos XIX y XX».