La tasa de jóvenes de entre 15 y 29 años en España que ni estudia ni trabaja (nini) sigue siendo superior a la de los países de la OCDE. Concretamente, uno de cada cinco chicos y chicas de esta edad (25,79%) no tiene ninguna ocupación laboral ni tampoco dedica su tiempo a los estudios. De entre los 34 países que forman la OCDE, solo Turquía, con un 29,19%, cuenta con más 'ninis' que España. En 2012 el 20 % de los jóvenes españoles entre 15 y 29 años no estaban trabajando ni estudiando, cuando la media de la OCDE era del 15 %.

Esta es una de las principales conclusiones del informe de la OCDE Panorama de la Educación 2014 -"Education at a Glance"-, presentado por la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, y el director de Innovación de la OCDE, Dirk van Damme.

Otra de las conclusiones del estudio es que aunque un mayor nivel educativo supone una barrera de protección frente al desempleo, en España esta herramienta es más débil que en el conjunto de la OCDE, pues la tasa de paro de los españoles universitarios y con Formación Profesional (FP) superior triplica la media de los citados países.

Además de que un español con estudios terciarios (FP superior y universitarios) tiene una tasa de paro del 14 % y en la OCDE es del 5 %, también tiene una reducción del riesgo de estar desempleado del 55 % cuando en la OCDE esa probabilidad de reducción llega al 63 %.

Todo ello significa que un título de educación terciaria en España "no reduce el riesgo de desempleo tanto como en otros países", ha destacado Van Damme, que ha reconocido también que se parte de tasas de paro más altas que en otros lugares.

Gomendio, además de tener en cuenta la crisis, ha apuntado que lo que "realmente" afecta a la empleabilidad es el desajuste entre el nivel educativo que se alcanza y el competencial real, cuando éste es más importante en otros países con mejores tasas de empleo.

En España, desde 2000 hasta ahora, se ha hecho un esfuerzo muy grande en inversión, principalmente para conseguir las altas tasas de escolarización desde los 3 años y el acceso a la universidad y, sin embargo, "no hemos conseguido que se traduzca en una adquisición de competencias importante" que es lo que beneficia a la empleabilidad, según Gomendio.

Ha calificado de "asignatura pendiente" la mejora de la calidad en las aulas y no tanto "las políticas cuantitativas".

El informe señala que en 2011 España dedicó una media del 5,5 % de su PIB a los centros educativos, cuando la media de la OCDE era del 6,1 %).

Aproximadamente el 0,9 % del PIB se destinó a Infantil (0,6 % en OCDE), el 3,2 % del PIB se destinó a Primaria y Secundaria (3,8 % en OCDE) y el 1,3 % del PIB a la terciaria (1,6 % en OCDE).

El pasado viernes, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, propuso llegar a dedicar el 7 % del PIB a educación.

Gomendio ha recalcado que la inversión en educación pública en España en superior a la de otros países en todos los niveles y, en cambio, sólo el 12 % de los universitarios están en los niveles más altos de comprensión lectora y matemática, cuando en Finlandia llega al 35 %.

El estudio también apunta que hay una diferencia en la formación alcanzada por los adultos de más de un 20 % con la media de la OCDE y ello es debido a las altas tasas de abandono escolar temprano y al poco porcentaje que sigue títulos de formación de grado medio.

Además, España es uno de los pocos países de la OCDE donde menos del 60 % de la población entre los 25 y 64 años tiene un nivel de estudios por encima de la ESO (77 % en la OCDE).

Gomendio y Van Damme han apostado por el aumento en España de los estudiantes que, al no querer seguir estudios superiores, se inclinen por la FP.

Por otra parte, España es uno de los países en donde los adultos obtienen su titulación universitaria más tarde (26,9 años) cuando en Finlandia es a los 24 años.

Un mayor peso de los centros concertados en la educación respecto a la OCDE o que la ratio de alumnos por profesor es inferior en España (10,6 %) a la de la OCDE (13,2 %) en todos los niveles son otros datos.

En cuanto a los salarios anuales de los docentes españoles, es un 26 % superior al de la media de la OCDE.

Tras dejar claro que ni piensa que los salarios sean excesivamente elevados ni que se esté preparando una rebaja, Gomendio ha comentado que hay que conseguir que la carrera docente incluya incentivos.

Van Damme ha aseverado que es un tema "muy sensible", pero ha comentado que España gasta un gran porcentaje de su gasto en los salarios docentes y queda poco dinero para los otros aspectos que "permiten que el proceso educativo tenga una mayor calidad".