«El agua del lago se agita cuando cae una piedra pequeña y provoca la expansión de las ondas». Ésta es la filosofía de la microeditorial Ad Mínimum, que literalmente quiere decir: 'lo menos posible', muy poco, la más pequeña cantidad, y a la que le han dado vida las murcianas Beatriz Miralles, a cuya autoría espontánea pertenece el primer verso de este texto, Verónica Cámara y Delia Marín, y cuyo objetivo es lanzar la piedra preciosa de la poesía en el formato de toda la vida: el papel.

La idea que tenían en la cabeza hace dos años era muy diferente de la realidad que hoy ya se puede tocar. «Lo que teníamos pensado para Ad Mínimum era publicar en formato digital, pero estaba volcado al fracaso aunque suene contradictorio», explica Beatriz Miralles. «Nuestro amor por lo táctil -reflexiona- hizo que la idea del proyecto se alargara durante unos dos años en los que nos rompimos la cabeza pensando en qué tipo de formato papel queríamos hacerlo y que no nos supusiera grandes costes». Entonces pensaron en el tema de un origami, de origen japonés, cuyo arte consiste en el plegado de papel sin usar tijeras ni pegamento para obtener figuras de formas variadas, en este caso, una hoja de Din A 3, formando un librillo que incluye las poesías del autor publicado y acompañadas de una ilustración. Así nació este primer número, con Violeta Palomo decorando el poemario Los afluentes del frío, de Manuel Pujante. «Manuel es una de las figuras más reseñables y prometedoras de la Región. Tiene una voz única para la poesía», explica Miralles.

La razón de publicar a gente joven estriba en querer darles una visibilidad que de otro modo sería muy complicado, y más en los tiempos que corren para las iniciativas culturales. «Nuestro círculo de amigos más inmediato es el de unos jóvenes con mucha inquietud cultural; son ilustradores, fotógrafos, músicos, escritores y poetas», enumera la editora.

La idea de Ad Mínimum es jugar con lo pequeño y demostrar que con cosas mínimas se pueden hacer grandes proyectos. «Queríamos jugar con las distancias cortas y qué mejor que la poesía para ello. Así, el elemento formal del libro queda reducido al mínimo». De momento, van a seguir publicando poesía, aunque desta pequeña editorial no cierra la puerta a otros géneros.