Medio disco para calentar la fiesta y medio disco para barrer con lágrimas los restos de la resaca posterior. Así es "Closer to the truth", el primer disco de estudio de Cher en más de una década, deudor del espíritu de su mayor éxito comercial, "Believe".

Este nuevo trabajo, el vigésimo sexto álbum de estudio de su longeva carrera, que comenzó en 1965, llegará el martes a los comercios europeos con una semana de retraso respecto de su salida en EE.UU. y varios años después de que el público tuviera la primera noticia sobre su elaboración.

Poco queda de aquellas primeras informaciones ofrecidas por la propia Cher, que en 2010 avanzó que planeaba dar el enésimo giro a su carrera con un disco grabado en Nashville e inspirado "en el viejo "rock and roll".

Después, en 2011, aireó a través de su perfil de Twitter que uno de los platos fuertes del nuevo álbum sería un dueto con Lady Gaga, "The greatest thing", que acabó filtrándose por internet hace un par de meses.

Al final, ni "rock and roll" ni Lady Gaga. A ésta no le convenció el resultado final de la colaboración y la única aproximación posible a ese "rock and roll" clásico se halla en la balada "I hope you find it", un tema cercano al "country" que ya interpretó Miley Cyrus en 2010 y que ha sido lanzado como segundo sencillo.

El disco, no obstante, se abre con un tono mucho más cercano al de "Believe" (1998), cuyo sencillo principal, del mismo nombre, se mantiene como la canción más vendida en la historia de Reino Unido y configuró también su último lanzamiento discográfico, "Living proof" (2001).

En esa onda se inscribe el primer "single", "Woman's world", un canto feminista que recuerda en las subidas a una potencial versión discotequera de su éxito "If I could turn back time", y también cortes sucesivos como "Take it like a man", en el que participa el cantante Jake Shears, de Scissor Sisters.

Toda la primera parte del álbum es de hecho un compendio de música para bailar con abundancia de "autotune", el sistema de procesamiento de la voz que ella puso de moda en "Believe" y que, además de regular el tono correcto, da cierta sonoridad robótica.

Típica producción 'dance'

Su querencia por esos arreglos lastran su posible evolución como diva de discoteca y temas como "My love" o "Dressed to kill", producida por Mark Taylor, que ya participó en el requetemencionado éxito de marras, suenan demasiado anclados en la típica producción "dance" de los años 90.

"La segunda mitad del disco es el tipo de música que te pones cuando vuelves a casa tras salir de fiesta", declaró Cher en una reciente entrevista sobre esa parte que se abre con el medio tiempo "I walk alone", escrito por Pink, y que tiene una de sus cotas más emotivas en "Sirens", un canto de esperanza tras el 11-S.

"La verdad está sobrevalorada", canta en la lacrimógena "Lie to me", el segundo tema que Pink entregó a Cher para este álbum, el cual cuenta con más colaboraciones importantes a cargo de los productores Timbaland y Paul Oakenfold.

Hacia el final, encara el más evidente himno gay del álbum, "Pride", una muestra de apoyo de la diva hacia este colectivo, al que tantas veces ha defendido, incluyendo su reciente negativa a participar en la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi por las restrictivas leyes contra los homosexuales del gobierno ruso.

En breve, se unirá a los "coaches" del concurso de talentos "The voice" como consejera de Blake Shelton y arrancará la que, supuestamente, está llamada ser su última gira.

¿Pero alguien se lo cree, viniendo de la única artista viva que ha conseguido un número uno en cada década desde los años 60?.

En ese sentido, puede resultar profético el hecho de que para cerrar el nuevo álbum haya recuperado el tema central de la banda sonora de "Burlesque", la balada de Diane Warren "You haven't seen the last of me" (en español, "Aún no has visto mi final").