"Me gustaría de corazón, ya que casi estamos solos en este desierto cultural murciano, que se mantuviesen las atividades, que la gente joven que se ponga al frente del Palacio Almudí lo haga mejor que yo y que sepan que tendrán todo mi apoyo". Con estas palabras se despide Martín Páez Burruezo del centro cultural que ha dirigido desde 1987 y cuyo cargo dejó oficialmente ayer al jubilarse.

Pero este experto en arte asegura que no va a desaparecer. "Yo no me voy, por eso no quiero homenajes, porque voy a seguir trabajando en la ciudad y por la cultura". Lo hará como académico de la Academia de Bellas Artes -de la que es secretario- y de la Academia Alfonso X el Sabio, a través de sus libros y ofreciendo consejos y apoyo a su sucesor al frente de este palacio murciano, convertido en un centro de arte que a lo largo de estos años ha sido 'la casa' de las obras de grandes autores. "Creo que el éxito del Almudí radica en que hemos descubierto nuestra historia a través de los grandes nombres -Arroyo, Valdés, Chirino..., enumera-, pero sin olvidar a los grandes de nuestra Región -Bonafé, Muñoz Barberán, Molina Sánchez...(y nombra a otros muchos)-; creo que con la obra de todos ellos hemos ayudado a enriquecer nuestra ciudad". Por esta razón, Páez asegura que su trabajo ha supuesto "una felicidad plena, aunque el resultado lo tienen que juzgar otros".

Así, recuerda las exposiciones de artistas de la vanguardia, la recuperación de la generación del 27 con exposiciones monográficas, las muestras de escultores más desconocidos o el redescubrimiento de los artistas murcianos de posguerra. El Almudí también ha acogido estas dos décadas actividades literarias, como los ciclos de novela dedicados a grandes escritores, o el festival Contraparada. "Ha sido -resume este experto- una actividad redonda, y por eso estoy satisfecho y muy agradecido al Ayuntamiento, que me dio este trabajo que me ha engrandecido".

Si a Páez Burruezo le ha enriquecido su trayectoria al frente del Almudí, también el público ha sabido aprovechar la oportunidad de acercarse a sus exposiciones y actividades. "La verdad es que los ciudadanos me han valorado hasta excesivamente y en alguna ocasión me han llegado a decir; 'Esto no parece Murcia'", dice orgulloso.

Martín Páez deja el Almudí en plena crisis económica y con las administraciones haciendo recortes. Una situación que ha vivido en numerosas ocasiones a lo largo de estos años y para la que tiene clara la solución estando al frente de un centro municipal: "Una buena exposición puede ser económica; la cultura no tiene por qué ser cara si las cosas se hacen con cabeza y humildad; si se hacen con cordura". Y, añade, que también luchando, convenciendo a los artistas de que su obra se tiene que mostrar y consciente de que es mejor hacer menos exposiciones pero de más calidad que llenar las paredes 'por llenarlas'. "Sin la calidad, engañas al público, y por eso hay que ser muy riguroso; por eso quizás, si he tenido algún problema estos años, ha sido por no quebrar mi opinión y negarme a exponer si no veía arte en las obras", recuerda Martín Páez, quien reconoce, con la rotundidad que da la experiencia, que para dirigir un centro de arte "también hay que ser crítico y riguroso".

Buscando al sucesor

El nombre de la persona que sustituirá a Martín Páez como director del Palacio Almudí se conocerá, previsiblemente, en las próximas semanas, antes de Semana Santa. Según fuentes de la concejalía de Cultura, al frente del centro municipal estará una persona vinculada con este departamento, por lo que Marta López Briones, directora del Puertas de Castilla, es una de las principales 'apuestas', aunque también se baraja el nombre de Manuel Fernández Delgado, jefe de servicio de Museos de la ciudad.