Hoy, cuarto jueves de noviembre, es una jornada muy especial para los norteamericanos, que celebran el Día de Acción de Gracias -Thanksgiving Day-, una fiesta tradicional que tiene sus orígenes en una mezcla de tradiciones europeas y aborígenes y cuya primera edición, según la versión oficial, tuvo lugar en el año 1621 en Plymouth, Massachusstets. Allí, los llamados Peregrinos ingleses que habían llegado un año antes en el Mayflower -el barco que transportó a los primeros habitantes de Inglaterra hasta lo que hoy conocemos como Estados Unidos- celebraron su primer Thanksgiving Day para dar gracias a Dios al recoger la primera cosecha.

Esta es la versión oficial, aunque existe otra que sitúa los orígenes de esta tradicional fiesta norteamericana -en Canadá también se celebra, pero el segundo lunes de octubre- mucho más cerca de España. En este caso, Michael Gannon, historiador de la Universidad de Florida, mantiene que el Día de Acción de Gracias se celebró por primera vez en Estados Unidos en 1565 por obra y gracia del asturiano Pedro Menéndez de Avilés, fundador de San Agustín -la ciudad más antigua de EEUU- y Adelantado de la Florida.

Según la versión de este profesor universitario, Pedro Menéndez habría trinchado el primer pavo de Acción de Gracias que le ofrecieron los indios Seloy en un banquete para 800 personas que se habría celebrado el 8 de septiembre de 1565, es decir, 56 años antes de que los peregrinos ingleses del Mayflower sacrificasen su pavo junto a los Wampanoag en el Plymouth Rock.

Aquel banquete debió de ser algo memorable. La tropa del Adelantado y el resto de los miembros de la expedición pusieron el cocido y el vino, mientras que los indios Seloy correspondieron con el pavo salvaje, la carne de venado, la sopa de tortuga, el maíz, los frijoles y la calabaza. Precisamente, la calabaza es junto con la salsa de arándanos rojos el acompañamiento tradicional del Día de Acción de Gracias.

El 19 de febrero de 1795 el primer presidente de los EEUU, George Washington, escribió su famosa proclamación de acción de gracias: "es nuestro deber como personas con reverente devoción y agradecimiento, reconocer nuestras obligaciones al Dios todopoderoso, e implorarle que nos siga prosperando y confirmado las muchas bendiciones que de Él experimentamos?". Posteriormente, en 1863, Abraham Lincoln proclamó el 3 de octubre como festividad nacional el Día de Acción de Gracias. Ya en el siglo XX, Theodore Roosevelt cambió en 1941 la celebración al cuarto jueves de noviembre, tradición que desde entonces se ha mantenido.

El Thanksgiving Day es eminentemente una celebración familiar que en ocasiones llega a movilizar a los ciudadanos más allá de sus estados para reunirse con sus seres queridos. Todos juntos, y antes de "atacar" el menú, es habitual en muchas casas ofrecer una oración de gracias. Además de tratarse de una de las principales fiestas en Estados Unidos, también marca el inicio de la temporada comercial de Navidad. En este sentido, el día siguiente se denomina Black Friday (Viernes Negro) y son muchos los ciudadanos que aprovechan las rebajas que ese día realizan los comercios para realizar sus compras navideñas.

El pavo asado u horneado es el ingrediente fundamental del menú tradicional que disfrutan los norteamericanos en el Día de Acción de Gracias. En muchas casas, el pavo incorpora un relleno hecho de pan de maíz y salvia y se sirve acompañado con puré de patatas y con una jalea o salsa de arándanos rojos. Además, también es habitual servir otros platos de verduras como las judías verdes, la papa dulce (boniato) o zanahorias glaseadas y panecillos. Por su parte, los postres no desmerecen la festividad. El más popular es el pastel de calabaza, aunque también son frecuentes los dulces de nuez pacana y de manzana.

En vísperas del Día de Acción de Gracias, el presidente de los EEUU tiene la posibilidad de salvar al pavo destinado a la cocina. Tras este rito, los animales elegidos para continuar con vida son enviados a un colegio para que sus alumnos los cuiden.

Aunque existen algunos testimonios que apuntan que Abraham Lincoln perdonó a algún pavo a petición de su hijo, este rito fue instaurado oficialmente por George Bush padre, que dio el primer "perdón presidencial" de este tipo el 14 de noviembre de 1989.

Obama, que ya lleva salvados varios pavos, ha bromeado en alguna ocasión que ésta es de las pocas decisiones ejecutivas que puede tomar sin consultar antes del Congreso.