«Innovación y diseño van juntos, y los profesionales del diseño tenemos mucho que aportar para transformar el tejido productivo de la Región», asegura Teresa Jular, nueva presidenta de la Asociación de Profesionales del Diseño y Comunicación Publicitaria de la Región de Murcia (DIP), una organización joven que ya cuenta con 51 asociados.

Hace un mes que fue elegida –con el respaldo de 24 de los 26 votos emitidos– y, sabedora de que «hay que tener un poco de paciencia hasta que todo empieza a funcionar», comenta riendo que aún no se ha arrepentido de encabezar una candidatura y un equipo del que habla con ilusión. «Nos conocimos en un viaje a Bilbao, al Foro de la READ (Red Española de Asociaciones de Diseño), y decidimos lanzarnos a la aventura; somos profesionales de diferentes sectores y edades, pero encajamos», dice Jular, y explica que desde la asociación ya se está trabajando «hacia dentro y hacia fuera, porque la sociedad tiene que vernos como aliados».

En Murcia, región de pymes (pequeñas y medianas empresas), «hay mucho por hacer y mucho que cambiar», afirma la presidenta de DIP, y sostiene que el crecimiento pasa por «un cambio de mentalidad del empresario y de la sociedad, ya que la percepción de para qué sirve el diseño es de un nivel muy bajo».

«Los diseñadores y los profesionales de la comunicación publicitaria podemos ayudar a planificar y a conocer mejor al cliente, pero hay muy pocas empresas murcianas que incluyan el diseño desde el principio en su estrategia empresarial (un 10,7%, según los datos aportados por el Obs). Se quedan en el primer nivel de embellecimiento y se sigue recurriendo mucho al amigo diseñador», dice Jular, quien también ve necesario que haya «gestores en la Administración más sensibles, ya que también allí se asocia el diseño con ´ponerlo bonito´» y tienen que saber que «la creatividad y la innovación son básicas para la renovación socioeconómica».

La suya es una profesión «acostumbrada a convivir con la incertidumbre» y, aunque la crisis les ha dañado «tanto como a los demás», Teresa Jular, que lleva 14 años trabajando en el sector –es coordinadora de proyectos de XL Internet–, cree que «se está reaccionando». Las empresas de diseño «no están cerrando a lo bestia; estamos resistiendo porque hemos decidido asumir la lucha», añade.

Una lucha a la que ayuda «el reciclaje permanente» de los profesionales. «La nuestra es una profesión muy vocacional, así que la formación es una constante», explica Jular, quien cree que «mientras no se engañe sobre un producto, todo es lícito». «Estamos en una sociedad sobreinformada en la que todo está en venta y para sobresalir entre tantos estímulos hay que recurrir a la sorpresa. La ética debe estar en el qué, no en el como», sostiene, y añade que muchos de los que «se rasgan las vestiduras con escándalos que no lo son» se olvidan de que «la publicidad tiene un fuerte componente lúdico porque gran parte del mercado son jóvenes que no han perdido la capacidad de jugar». En este sentido, reconoce que los creativos también tienen «un poco de niños, una manera diferente de mirar el mundo que va en el ADN».

Iniciativas y proyectos

Entre las iniciativas ya puestas en marcha desde DIP (www.dipmurcia.es), cuenta su presidenta, está la realización de un debate sobre el sector del diseño en el que se analizarán, entre otros temas, los resultados del informe del Obs. Asimismo, se ha renovado con el despacho de abogados Garrigues un acuerdo que ya no se limitará a labores de asesoramiento, sino «también de formación a los asociados, para saber más sobre propiedad intelectual y la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información», y será jurado de los VI Premios de Innovación Empresarial, entre otras cosas.

DIP también trabajará en la formación, «un área en el que hay, en todo el país, un importante déficit». A los jóvenes que salen de las escuelas y las facultades «les falta el enlace con la realidad, saber cómo tienen que afrontar un proyecto y entender la responsabilidad que conlleva».

Jóvenes que se encuentran, además, «con un mercado carente de ética», ya que Jular afirma que «es infumable lo que ocurre, por ejemplo, con algunos concursos. Hay cosas tremendas, y hay que empezar a poner orden en el mercado para que sea transparente y justo».