No hubo alfombra roja, pero sí un photocall en el que los organizadores del Ibn Arabí Film Festival recibían a los directores, actores, estudiantes y técnicos que durante diez días han mostrado sus trabajos en el certamen o han recibido clases en los diferentes talleres que se han celebrado. El Teatro Circo de Murcia acogió ayer la gala de clausura con Ginés García Millán y Pepa Aniorte como maestros de ceremonias, dando paso así a la música de Mayte Martín y, principalmente, a la entrega de premios del festival organizado por el centro cultural Puertas de Castilla.

El más importante, el reconocimiento a la carrera de Abbas Kiarostami, director iraní que no pudo recoger en directo el Premio Honorífico, pero que ha dejado estos días su propia huella. Y es que, a raíz del taller impartido por el cineasta a alumnos de todo el mundo, y a sugerencia suya, el Ibaff ha puesto en marcha con carácter anual el The Abbas Kiarostami Film Seminar. Será un espacio de trabajo, análisis y práctica cinematográfica que impartirá cada año un cineasta internacional y que otorgará un premio que distinguirá el trabajo de un realizador. Ayer ya se daba el primero a Meine Liebe, de Laura Pousa y Ricardo Steinberg.

A lo largo de la gala se hicieron entrega además de los distintos galardones, tres por primera vez en la sección oficial: la serbia Motel Nana ganaba el premio al mejor largometraje de ficción; Viagem a Cabo Verde, del portugués José Miguel Ribeiro, se alzaba con el de mejor cortometraje de ficción, y Al otro lado del mar, del murciano Gonzalo Ballester, conseguía el premio al mejor documental.

El premio del Público recayó en La rosa de nadie, del murciano Ignacio Oliva. Los jóvenes estudiantes de Secundaria también han concedido uno de los galardones, a Luminaris, de Juan Pablo Zaramella y Gustavo Cornillón. La MIAS (Muhyiddin Ibn Arabi Society) ha concedido dos premios: el Taryumán, otorgado exaequo a los autores Maurice Gloton y Stephen Hirtenstein, por la dedicación al estudio, edición, difusión o traducción de la obra de Ibn Arabi, y el premio Barzaj, concedido a Beyhan Murphy (Turquía), en reconocimiento a su trayectoria creadora inspirada por el pensamiento de Ibn Arabi.