¿Qué ofrece Raphael al público en esta nueva gira?

Una selección de los éxitos de toda mi historia, junto con los temas que componen el disco Te llevo en el corazón. Todos los estilos y canciones, desde los tangos hasta los boleros y las rancheras. Cada canción lleva un decorado diferente; es un espectáculo que llama mucho la atención y muy bien hecho.

¿Por qué esta recopilación de éxitos latinoamericanos?

Cincuenta años después de empezar en la música debía un emocionado recuerdo a un continente que me lo ha dado todo y que me apoya constantemente. Me he quedado totalmente maravillado con el resultado de las versiones, es la primera vez que canto tango, y ahora me pregunto por qué he tardado tanto. Tengo que confesar que estaba un poco preocupado con la actuación en Buenos Aires, porque son muy puristas con el tango, pero les gustó mucho, quedaron impresionados. Estoy muy satisfecho

El Dúo Dinámico, Julio Iglesias, Raphael... ¿Era de esperar que durasen ustedes tanto?

Es muy bonito comprobar que la gente te sigue siempre, porque yo digo que para tener una carrera así no te pueden seguir una hora y media, te han de seguir continuamente... Yo es que es como si formara parte de los hogares. Seguir ahí es lo más hermoso que puede pasarte después de 50 años cantando.

¿Cuál es el secreto del éxito de Raphael después de medio siglo?

(Risas) Pues no lo sé, sólo que me dedico en cuerpo y alma al público, con el empeño de que tengan en cada concierto su gran noche. Puede que una de las claves sea la ilusión; después de tanto tiempo, parece que esté empezando ahora. Y así seguiré hasta que me quede de vacaciones largas. Al pie del cañón.

¿y qué tiene para seguir gustando a las nuevas generaciones?

La culpa es en buena parte de los padres, que me seguían de más joven, tienen mis discos en casa y han metido a Raphael por la cabeza a sus hijos. Luego, ellos van a los conciertos y al final repiten.

¿Cuál ha sido su mayor logro?

Lo que está por venir. Siempre digo que lo mejor es lo que está por hacer. Estos 50 años han servido para aprender, y ahora estoy mostrando lo que he aprendido.

¿Salir al escenario y que le reciban en pie aún emociona?

Me emociona más que antes. Y los premios, igual. Con el último Ondas pensé: Ganarlo antes, cuando era joven, eso no era nada ¡Lo dificilísimo es ganarlo ahora! Igual que el premio que me entregó el Rey... ¡Ya lo gané hace 38 años! Pues nada, ahora me alegro más.

Puede presumir de haber llevado a cabo un trabajo arduo... Éste es su disco número cien.

Pues ya estoy preparando el número 101, en enero comenzaré las grabaciones... será una sorpresa.

¿Qué consejo les daría a los artistas que están empezando?

Que mantengan su personalidad, que no se dejen influir por nada ni por nadie.

En diciembre estará un mes en un teatro de la Gran Vía, como Aznavour el mes que viene en el Olympia de París...

Sí, sí, es verdad. Estuve hablando con él, que está de gira mundial también. El año pasado coincidimos en Nueva York, en Mexico, en Buenos Aires... Es increíble con 87 años y la vitalidad que tiene, es admirable.

¿Usted se ve así, es una referencia un cantante tan longevo?

Cada uno ha de seguir hasta donde crea y le apetezca, y sobre todo hasta donde el público se lo consienta. Lo principal es tener ilusión. Tener ilusión es estar vigente; salir a matar el toro de cualquier manera, eso yo no lo concibo...

Duetos con Alaska, Dani Martín, Bunbury, David Bisbal... Nadie hace tantos esfuerzos por renovarse como usted.

¡Eso no es ningún esfuerzo, es divertirse! Porque llevar una carrera de 50 años es complicado y hay que innovar, ofrecer cosas nuevas...

Y el Cyrano para 2012. ¿Cuándo se mete en harina?

El musical de Cyrano está ya estudiado y aprendido... He hecho hasta los primeros ensayos. Lo que pasa es que el director y yo no vemos que sea el momento adecuado, porque montar Cyrano de Bergerac es estar dos años sin hacer otra cosa. Y eso hay que estar muy seguro para hacerlo, porque frenaría esta gira.