«Una forma diferente de recorrer las ciudad» es lo que propone la consejería de Cultura a través de una nueva entrega del proyecto Vídeo Abierto con el que se quiere «acercar el arte contemporáneo al ciudadano en uno de los formatos más duros para el espectador, el vídeo», según explicó ayer el consejero, Pedro Alberto Cruz.

Hasta diciembre, seis rincones de la ciudad de Murcia acogerán las diferentes propuestas de doce artistas seleccionados por la comisaria Neus

Miró. Doce miradas distintas sobre las ciudades que «plantean un diálogo permanente» entre el espectador y la propia ciudad, tanto la del vídeo como la de Murcia.

Para Miró, este proyecto es «una oportunidad única de trasladar el vídeo al ámbito público» y desde el principio tuvo claro que quería «reflexionar sobre la relación de la ciudad con los medios audiovisuales». De este modo, la comisaria expuso ayer que en los trabajos se puede ver «la mirada paralela que ofrece el cine, una mirada dulce e inocente, de observador», así como «la mirada preventiva, de big brother, que se ejecuta desde arriba y que es la que ofrecen los circuitos cerrados de vigilancia»; una visión que en este caso se utiliza, por ejemplo, en el vídeo

The Duellists, en el que se ve la competición acrobática de dos traceurs en un centro comercial vacío.

Una mirada a las zonas periféricas de las ciudades, como la de Mabel Palacín; a las calles vacías y olvidadas de Londres –propuesta de Emily Richardson–; un retrato del trozo de calle que, por ejemplo, Iratxe Jaio y Klaas Van Gorkum ven desde la ventana de su casa en Rotterdam; o un ejercicio de observación de la relación existente entre las personas y la ciudad que habitan, realizado por Lars Arrhenius, son algunas de las propuestas de Vídeo Abierto. Un grupo de niños y jóvenes de un barrio periférico del norte de Inglaterra, dedicados a destrozar un coche; y una inquietante mirada a la famosa Time Square de Nueva York centran otros de los vídeos de este particular «juego de miradas», ya que, según declaró Cruz, no hay que olvidar que «la relación con la ciudad es a través de la mirada... y hasta los ciudadanos que miran son mirados a través de las cámaras de vigilancia».

Para disfrutar de estas visiones de ciudades del mundo, el espectador sólo deberá pasear por la de Murcia y acercarse a los seis puntos de vídeo, que llevan incorporada una televisión de 22 pulgadas y un reproductor de DVD –el sonido se activa pulsando el botón que está junto al monitor–, y que estarán en funcionamiento desde las 9 de la mañana hasta medianoche.