Los cardenales y obispos de la Congregación para la Causa de los Santos han aprobado las "virtudes heroicas del Siervo de Dios" Juan Pablo II, primer paso hacia su beatificación, que puede ser el 17 de octubre de 2010.

Así lo afirmaban ayer varios diarios italianos, que señalan que ya sólo falta que el Papa Benedicto XVI firme el decreto pontificio por el que se reconocen esas virtudes, lo que hará, presumiblemente, a mediados de diciembre.

Los 15 purpurados y los 15 prelados de la llamada 'fábrica de santos' se reunieron el pasado lunes a puerta cerrada, señalaron las fuentes, y tras varias horas de discusiones aprobaron la 'positio', la recopilación de la documentación relativa al caso, que ocupa unas dos mil páginas. El Vaticano, debido al carácter reservado de la reunión, no informó de la misma, aunque fuentes vaticanas confirmaron ayer su celebración.

El 'sí' de los cardenales y obispos se une al de los teólogos que ya se habían expresado a favor del reconocimiento de las virtudes heroicas del Papa polaco.

Tras la firma de Ratzinger, el proceso sigue con la aprobación del milagro que lleve a la proclamación como beato de Juan Pablo II. Aunque son numerosas las curaciones inexplicables que se asegura sucedieron por intercesión de Juan Pablo II, el postulador de la causa, el sacerdote polaco Slawomir Oder, se ha inclinado por la curación de la monja Marie Simon Pierre, que padecía parkinson.

Una vez dado el visto bueno de la comisión médica que estudia el caso y la aprobación del decreto que reconoce el milagro por parte del Papa, sólo queda elegir la fecha de la beatificación.

Teniendo en cuenta los 'tiempos técnicos', el diario 'La Stampa' asegura que hasta mitad de marzo de 2010 no se aprobará el milagro, y que entonces será demasiado tarde para beatificarlo en coincidencia con el quinto aniversario de su muerte, que tuvo lugar el 2 de abril de 2005.

En octubre de 2010 se celebra un Sínodo de Obispos para Oriente Próximo en el Vaticano y en esos días habrá numerosos cardenales y prelados en Roma, ciudad que ya se prepara para el gran evento.