Tras diez años de reinado de la dinastía SAMPER, se puede hacer un análisis bastante real de varios aspectos que envuelven la idiosincrasia del Real Murcia, de los estamentos políticos y de su masa social.

El Sr. Samper asumió una deuda hace diez años cercana a los 6 millones de Euros y con el equipo en segunda b. Hoy sigue en la misma categoría y con una deuda multiplicada por 6.

Los estamentos políticos se hicieron unas fotos magnificas con los salvadores del club, pero sin asegurar una continuidad económica, es decir, sin fijar un tanto por ciento a favor del club de los beneficios obtenidos en los negocios que a resultas de su nombre se han generado.

Solo el Sr. Samper y el ayuntamiento han salido favorecidos. El primero por el buen negocio realizado en la venta del centro comercial y el segundo, por tener dentro de su patrimonio un estadio de primer orden y unos metros cuadrados que han dado muchas vueltas. A la masa social, solo nos ha tocado pagar cada año mas y mas, y salvo el ascenso a segunda y los dos a primera de efímero paso, no hemos tenido mas alegrías.

De esta última temporada de la década, nos queda el amargo recuerdo de haber arrastrado el nombre del club y la ciudad, tanto en Nueva Condomina, como por el resto de España, así como ser espectadores de un descenso avisado y de una forma muy cruel.

Pero no es el momento de buscar culpables, sino soluciones y creo que son fáciles, solamente hacen falta tres cosas: mano izquierda, valor y dinero.

Mano izquierda para negociar la salida del club de buena parte de los técnicos y jugadores que no han sabido unos y querido otros, dar la cara en los despachos y terrenos de juego (FUERA EL CUERPO TÉCNICO Y JUGADORES DE LA PRIMERA PLANTILLA).

Valor para realizar un análisis crítico de su gestión y que la conciencia y honestidad afloren, y se marche del club, el amo y sus adláteres.

Dinero es el que se necesita para dejar al Real Murcia con la deuda que lo encontró y najar hasta Madrid, que es de donde nunca debía de haber salido.

En cuanto a las declaraciones del amo de que le da vergüenza llorar en público, las considero de dudosa realidad, pues para ello hay que tenerla. La otra, de que no le gustan las voces de los oportunistas, también son dudosas, hay algunos que se lo estamos avisando toda la temporada y no se da cuenta, que cada vez que habla el amo, sube el pan. Dice que vuelve a pensar en una planificación paso a paso, ya lleva diez años dando pasos y solo son hacia atrás y cuando se pregunta que se ha hecho mal, a mi solo me queda una reflexión, no hay mas tonto que el que no quiere aprender.

Yo, por cuestiones de Murcianía y amor al Real Murcia pido un relevo institucional, directivo y deportivo, ya que la afición ha demostrado estar por encima de todos y así seguirá, pues por lo que a mi se refiere, seguiré sacando el abono y pasando frío o calor en los asientos sucios de la grada condominera y allí estaré, animando o criticando la actuación de los míos.

A los políticos que se meten a especialistas en negocios y fútbol, les diría que se metieran en sus asuntos, que así nos luce el pelo, ni sirven para gestionar un club de fútbol, ni una ciudad de la grandeza como es Murcia, ni de una comunidad en la que con solo tener un apellido vinculado a la política murciana, es suficiente para ostentar un cargo que por sus obras no merecen.