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Investigación

Los elefantes caminaron por la costa de la Región de Murcia hace 125.000 años

Investigadores de universidades españolas y portuguesas hallan huellas fósiles en Calblanque y Torre de Cope, que les han permitido reconstruir las rutas migratorias de la megafauna en el sureste ibérico

Palaeoloxodon antiquus

Palaeoloxodon antiquus / Wiki Index

EFE

Un equipo internacional, en el que participan investigadores de la Universidad de Sevilla, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de Granada y la Universidad de Huelva, ha identificado las primeras las primeras huellas fósiles de vertebrados del Cuaternario en depósitos dunares fósiles de Murcia, atribuidas al elefante Palaeoloxodon antiquus, conocido como elefante de colmillo recto.

El estudio 'Nuevos yacimientos de huellas de vertebrados en los últimos depósitos dunares interglaciares de la costa de Murcia. ¿Corredores ecológicos para elefantes en Iberia?', publicado en la revista Quaternary Science Reviews, reconstruye las rutas de movimiento de la megafauna durante el Último Interglaciar, hace unos 125.000 años.

La investigación se ha producido a partir de campañas de prospección en las costas murcianas, en las áreas de Calblanque y Torre de Cope, coordinadas por Carlos Neto de Carvalho, del Geology Office of the Municipality of Idanha-a-Nova y la Universidade de Lisboa.

Gracias a este trabajo, el estudio ha confirmado la existencia de cuatro zonas con huellas fósiles que evidencian la presencia de una comunidad de mamíferos muy diversa en un ecosistema costero boscoso durante el estadio isotópico marino (MIS 5e) de la Tierra.

El hallazgo principal procede de Torre de Cope, donde se conserva un rastro línea de un proboscídeo de 2,75 metros, compuesto por cuatro huellas redondeadas de 40–50 centímetros de diámetro.

Su disposición, típica de la marcha cuadrúpeda de los elefantes, ha permitido estimar que pertenecía a un Palaeoloxodon antiquus adulto de unos 2,3 metros de altura a la cadera, más de 30 años de edad y un peso aproximado de 2,6 toneladas.

También hay huellas de lobos y ciervos prehistóricos

Por otro lado, en Calblanque se han encontrado rastros de un mustélido de tamaño mediano. El rastro, de metro y medio de longitud y formado por diez huellas casi circulares dispuestas por parejas, sugiere desplazamientos lentos cerca de fuentes de agua. En esta zona también ha aparecido una huella aislada de un cánido, de 10 × 8 centímetros, con marcas de garras, que apunta a la presencia de depredadores como lobos (canis lupus) en hábitats boscosos.

Además, se han identificado huellas bifidas de hasta 10 centímetros compatibles con ciervos rojos (Cervus elaphus). Su orientación hacia el oeste indica desplazamientos a través de dunas y matorrales. Por su parte, un rastro de un équido joven (Equus ferus), con huellas de unos 10 × 12 centímetros, representa el registro más reciente de esta especie en el sureste peninsular.

En conjunto, estos datos respaldan la hipótesis de corredores ecológicos costeros para migraciones estacionales, conectando bosques mediterráneos con playas en un paisaje más húmedo.

Gracias a este trabajo, el estudio ha confirmado la existencia de cuatro zonas con huellas fósiles que evidencian la presencia de una comunidad de mamíferos muy diversa en un ecosistema costero boscoso durante el estadio isotópico marino (MIS 5e) de la Tierra.

En estas campañas han participado los investigadores Fernando Muñiz Guinea y Miguel Cortés-Sánchez, de la Universidad de Sevilla, Francisco J. Jiménez Espejo y Jon Camuera, del IACT-CSIC (Granada) y Luis M. Cáceres, de la Universidad de Huelva, y el equipo se ha completado con expertos de Portugal, como Noel Moreira (Universidad de Évora) y João Belo (Universidad de Coimbra).

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