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Una influencer inglesa descubre el Santuario de Calasparra en Murcia y asegura que "muchos locales nunca lo han visitado o no saben que existe"

Según recuerda la propia institución religiosa en la página oficial del Santuario este rincón recibe peregrinos llegados “de todas partes del mundo”

Una turista inglesa descubre el Santuario de Calasparra en Murcia Muchos locales nunca lo han visitado

Una turista inglesa descubre el Santuario de Calasparra en Murcia Muchos locales nunca lo han visitado

La creadora británica que lleva meses haciéndose un hueco entre los contenidos sobre la Región de Murcia ha publicado un nuevo vídeo dedicado al Santuario de la Virgen de la Esperanza de Calasparra y a su entorno natural y gastronómico.

En la publicación la joven muestra imágenes del paraje, del río y de el arroz local mientras comenta que “muchos locales nunca lo han visitado. Muchos no saben que existe”, contraponiendo esa frase a planos que dejan claro lo espectacular del lugar y lo apetecibles que son sus arroces.

El lugar que ha conquistado a la influencer

Situado a seis kilómetros de Calasparra, el Santuario está escondido entre un valle formado por el río Segura. La ermita ocupa una gruta natural y del techo brota un manantial (“un venero de agua”) que forma parte de lo que hace único este enclave religioso y natural.

Según recuerda la propia institución religiosa en la página oficial del Santuario este rincón recibe peregrinos llegados “de todas partes del mundo” para compartir alegrías, preocupaciones y peticiones a la Virgen de la Esperanza.

Además el templo (cuya primera ermita data del siglo XVII) ha sido ampliado con el paso del tiempo, añadiendo zonas de servicios como parking, restaurante y alojamiento sin perder su carácter espiritual y tranquilo.

Un santuario con historia y devoción

La devoción en este lugar no es nueva: la Virgen de la Esperanza es patrona de Calasparra y el santuario fue escenario de una coronación canónica en 1996. También vivió un Año Jubilar decretado por el Papa Benedicto XVI, que finalizaba el 21 de diciembre de 2008, registrando cerca de un millón de visitas al año, según la Mayordomía del Santuario.

El enclave está reconocido como Lugar de interés geológico y ha sido objeto de estudios antropológicos por su valor cultural, religioso y paisajístico.

El arroz más emblemático de la Vega Alta

Aunque la influencer acaba de descubrirlo, tanto el santuario como su cocina asociada son parte fundamental de la identidad local. No es casualidad que uno de los planos del vídeo muestre un plato de arroz: Calasparra es tierra arrocera desde el siglo XVII.

Los arrozales del municipio y de su entorno forman un paisaje agrícola único, irrigado por las aguas del Segura, el Argos, el Quípar y el Mundo. Según el archivo histórico el cultivo se consolidó en el siglo XVIII y fue protegido más tarde mediante un Real Decreto de 1908 que delimitó el Coto Arrocero de Calasparra.

Los métodos tradicionales (“la sabiduría ancestral extrae las aguas del río para ir inundando las cajas” y las semillas esparcidas “a voleo”) y la pureza del agua han dado fama internacional a variedades como Bomba y Balilla x Sollana cuya calidad está protegida por Denominación de Origen desde 1986.

El cultivo rota con trigo y leguminosas y el manejo evita pesticidas y herbicidas químicos, promoviendo el equilibrio ecológico y una producción donde incluso los subproductos (cascarilla, salvado, germen) se aprovechan.

Una visita con calma y con mesa reservada

El santuario ofrece visita virtual, misas (sábados a las 13:00 y domingos y festivos durante todo el día) y horarios de apertura según temporada (en invierno de 08:30 a 18:00 y en verano de 09:00 a 19:00). También da la opción de encender una vela de forma virtual, gratuita, para dedicar una intención personal.

La experiencia suele completarse probando uno de los arroces locales, cuyo carácter artesanal hace que cada temporada sea esperada tanto por vecinos como por visitantes.

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