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Entrevista | Consejero de Medio Ambiente, Mar Menor, Universidades e Investigación

Juan María Vázquez: "La Región no quiere ser pasiva, sino protagonista de su transformación"

La Comunidad se adentra en una nueva era industrial y trabaja en un nuevo plan que combina innovación, energía limpia y empleo cualificado. Un viaje desde las viejas fábricas hasta los valles verdes donde se forja el futuro sostenible

El consejero Juan María Vázquez visitó esta semana las instalaciones de La Opinión en Murcia.

El consejero Juan María Vázquez visitó esta semana las instalaciones de La Opinión en Murcia. / Juan Carlos Caval

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

El consejero de Medio Ambiente, Mar Menor, Universidades e Investigación, Juan María Vázquez, defiende con convicción la importancia del nuevo Plan Industrial de la Región de Murcia. En esta conversación desgrana las claves de un proyecto que, según afirma, no solo busca reindustrializar, sino transformar el modelo productivo hacia la sostenibilidad, la innovación y el empleo de calidad.

¿Por qué debería preocuparle a un murciano el Plan Industrial? ¿Qué papel debe jugar la ciudadanía en esa estrategia de desarrollo?

A un ciudadano de esta región le tiene que importar el plan industrial porque es su principal activo en cuanto a competitividad, economía y bienestar. La industria genera empleo de calidad, bien retribuido, y sostiene buena parte de nuestra economía regional. Cuando algo es tan importante, debe preocuparnos. A veces esto no se sabe, y por eso el plan también busca que la sociedad sea consciente de que Murcia es una región industrial y que eso influye directamente en su calidad de vida. La Región de Murcia es industrial: pesa un 37% más sobre la industria española de lo que le corresponde por superficie, es decir, representamos un 4,1% de la industria española cuando solo ocupamos un 3% del territorio. Además, el VAB industrial regional alcanza un 23%, frente al 17% de la media española, y contamos con 88.000 empleos industriales directos. Todo ello demuestra que esta región tiene una base industrial muy sólida.

Usted ha hablado de la «transformación industrial» más que de una reindustrialización. ¿A qué se refiere?

Europa habla de reindustrialización —así lo dicen los informes Draghi o Letta—, pero nosotros creemos que debemos ir más allá: hacia una transformación industrial. La Región de Murcia está al frente de ese proceso. Un ejemplo muy claro es el Valle de Escombreras. Tradicionalmente se asociaba con contaminación o industria ‘sucia’, pero hoy es uno de los polos de innovación y transformación industrial más importantes de España. Allí se está construyendo una planta de hidrógeno verde con un electrolizador de 100 MW, que prácticamente duplica en potencia al mayor de Europa, de 53 MW. Además, se están desarrollando plantas de biocombustibles y bioalcohol, demostrando que la industria puede ser más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Es un ejemplo tangible de cómo Murcia lidera este cambio.

En cuanto a los plazos, ¿sigue en pie la idea de presentar un primer borrador del Plan Industrial antes de final de año?

Sí, esperamos llegar a Navidad con ese borrador. El cronograma para 2025 se dividía en dos fases. En el primer semestre, hasta el verano, hemos celebrado más de 80 reuniones con expertos nacionales e internacionales, colegios profesionales, colectivos industriales y mesas de trabajo sectoriales. Algunas se han prolongado un poco más, pero el proceso participativo está siendo muy amplio y enriquecedor.

¿Ha encontrado puntos comunes entre los distintos sectores industriales?

Sin duda. Aunque cada sector tiene sus particularidades, hay problemas estructurales comunes: el suelo industrial disponible, el agua para uso industrial, la energía y la mano de obra especializada. Además, todos coinciden en que la innovación debe ser una palanca de crecimiento. Da igual si hablamos del sector químico, agroalimentario o del mueble: la innovación tecnológica y la compra pública innovadora son claves para mejorar la competitividad.

¿Y cuáles son los retos específicos que ha detectado en algunos sectores concretos?

En el Valle de Escombreras, por ejemplo, donde se concentra gran parte del sector químico y del refino, el principal desafío era la energía. Por eso era estructural que la nueva planificación energética incluyera una subestación que permita duplicar la capacidad eléctrica del valle. Sin esa infraestructura no podríamos seguir creciendo, especialmente en la producción de hidrógeno, que es una industria electrointensiva. Ahora abrimos la posibilidad de crecimiento a esa ‘nueva industria’ que demanda gran capacidad energética.

En esa línea, la Región anunció la intención de atraer empresas con alta demanda energética. Eso está ligado a la estrategia industrial, ¿no?

Completamente. Gracias a esa nueva capacidad energética podemos ofrecer suelo y energía en lugares donde antes era imposible. Eso atraerá nuevas industrias, que eligen sus ubicaciones por factores como el suelo, el agua, la energía o la mano de obra cualificada. También estamos creando nuevas comarcas industriales, como en el Noroeste, donde la nueva red de transporte eléctrico de más de 400 km impulsará el desarrollo industrial y permitirá incluso a las empresas agroalimentarias ampliar su producción. Antes no podían, porque no tenían dónde verter la energía fotovoltaica. Y eso va a cambiar.

Ha mencionado el papel de Red Eléctrica Española y otras empresas en la planificación. ¿Cómo ha sido esa colaboración?

Muy estrecha. Hace más de un año nos reunimos con la entonces secretaria de Estado de Energía, hoy ministra Sara Aagesen, y le presentamos un trabajo muy avanzado elaborado por nuestra Dirección General de Energía. Identificamos las zonas de crecimiento industrial y los “desiertos energéticos” que era urgente cubrir. Fue un trabajo muy maduro y profesional. De hecho, nos reconocieron como la primera comunidad autónoma en aportar una planificación tan desarrollada. Durante años, Murcia había quedado relegada en este tipo de planificaciones. Con este nuevo documento hemos recuperado parte del terreno perdido, aunque todavía hay alegaciones pendientes en zonas como la Vega del Segura o el Mar Menor. Pero lo importante es que ahora estamos dentro de la planificación, y eso significa que los proyectos se harán.

Murcia también está destacando en energía fotovoltaica. ¿Qué peso tiene ahora este sector?

Somos responsables de más del 6% de la generación fotovoltaica de toda España, cuando representamos solo un 3% del territorio. Es decir, producimos mucha más energía solar de la que nos correspondería por tamaño. Eso nos convierte en un actor relevante en innovación energética. Pero tenemos que dar un paso más: la energía fotovoltaica sin almacenamiento pierde oportunidades. Por eso hemos incluido en la Ley de Simplificación Administrativa medidas para facilitar el almacenamiento energético, simplificar los trámites ambientales y permitir un uso más eficiente del suelo.

Hablemos del empleo. ¿Qué oportunidades laborales propiciará este plan?

Ahora mismo la región cuenta con 88.000 empleos industriales directos. Según un informe de CaixaBank Research, necesitamos 15.000 nuevos empleos solo para acompañar el crecimiento actual del sector, y además se prevé un relevo generacional de unos 45.000 puestos. Eso supone una gran oportunidad para formar más y mejor a los nuevos trabajadores industriales. La clave está en la Formación Profesional de grado medio y superior, especialmente en su modalidad dual industrial, que conecta la formación con las necesidades reales de las empresas de la Región.

¿Qué mensaje le gustaría que quedara claro del Plan Industrial?

Que la industria murciana es fuerte, innovadora y con futuro. Que somos una región industrial y que queremos seguir siéndolo, pero con un modelo más sostenible, competitivo y conectado con la investigación y las universidades. Y, sobre todo, que este plan no es solo para las empresas: es para los ciudadanos, porque su bienestar y su empleo dependen directamente de la industria.

Servicios avanzados y datos para potenciar la industria murciana

La transformación industrial de la Región de Murcia no se limita a la producción tradicional, sino que apuesta por integrar servicios avanzados y datos, elementos que permiten aumentar el valor de los productos y consolidar la competitividad regional.

Según el consejero Juan María Vázquez, los servicios avanzados incluyen I+D, logística y comercialización, todas las actividades que acompañan al proceso productivo y contribuyen a mejorar el producto final. «Hablo de servicios vinculados a la actividad industrial, mantenimiento, seguimiento y mejora del producto; eso es lo que los ingleses llaman ‘servitización’», señaló.

La servitización es una estrategia empresarial en la que una empresa va más allá de la simple venta de un producto, integrando servicios adicionales en su oferta para crear valor y mejorar la experiencia del cliente, ofreciendo, por ejemplo, tratamiento, información y seguimiento que optimizan la capacidad de los productos elaborados.

Para Vázquez, esta estrategia es esencial para que la industria regional no solo crezca, sino que se transforme hacia la innovación en un ecosistema cada vez más feroz.

Además, el plan contempla la digitalización mediante el uso de datos, incorporando tecnologías como inteligencia artificial y ciberseguridad. Esto permitirá a las empresas procesar información de manera eficiente, mejorar procesos y ofrecer productos más competitivos en mercados nacionales e internacionales.

La inclusión de estos elementos refleja un enfoque industrial integral, que combina producción, servicios avanzados y gestión de datos, y que complementa las medidas anunciadas en el Plan Industrial, centradas en innovación, empleo de calidad y sostenibilidad.

Con este modelo, Murcia refuerza su papel como región industrial líder, capaz de adaptarse a los retos tecnológicos y de posicionarse en la vanguardia de la innovación industrial en España.

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