Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Agua

La CHS refuerza su red de vigilancia ante inundaciones y averías en la Región

El Sistema Automático de Información Hidrológica del Segura (SAIH) se actualizará para mejorar la gestión y la respuesta ante episodios extremos

Los sensores de la red de vigilancia SAIH monitorizan tanto variables meteorológicas como el nivel de caudales en cauces y embalses.

Los sensores de la red de vigilancia SAIH monitorizan tanto variables meteorológicas como el nivel de caudales en cauces y embalses. / CHS

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

La Confederación Hidrográfica del Segura ha iniciado la renovación de su Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), una infraestructura clave para el seguimiento en tiempo real de las condiciones meteorológicas e hidrológicas de la cuenca. El jefe del Servicio de Gestión del SAIH y Explotación, Sergio Blancas, explica que el sistema está compuesto por una red de puntos de control distribuidos a lo largo de toda la cuenca que permiten la gestión ordinaria y extraordinaria de los recursos.

Según Blancas, el SAIH mide principalmente dos tipos de variables. Por un lado, variables meteorológicas como precipitación, temperatura, humedad y velocidad del viento, que sirven como «previsión de una posible avenida» en caso de episodios de lluvias intensas. Por otro lado, monitoriza el caudal y el nivel en cauces y embalses. Este último dato se traduce directamente en el volumen almacenado, gracias al conocimiento previo de la batimetría de cada embalse.

La mejora adjudicada, con un presupuesto superior a los 527.000 euros financiados por el Plan de Recuperación, consiste principalmente en «actualizar el sistema informático de control y adquisición del dato extraídos por los sensores, el SCADA», señaló Blancas.

Actualmente existen varias redes automáticas de control dentro de la Confederación: SAIH, SAICA (Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas), SICA (Sistema Integrado de Control de Aprovechamientos), la red piezométrica y el SAIH postrasvase. Blancas indicó que estas redes han surgido «en diferentes momentos» y han funcionado de forma independiente, cada una con su propio sistema de control. El nuevo contrato pretende «unificar todas esas redes en un único sistema de adquisición», lo que, según el responsable, «conllevará menos costes de mantenimiento, homogeneización tecnológica y mayor capacidad de ampliación».

El proyecto ya ha sido adjudicado por 527.000 euros, con un plazo de ejecución de doce meses

Entre las ventajas prácticas, Blancas destacó que el cambio «permitirá ampliar la red con garantías, monetizando cada vez más puntos de control de la cuenca». Actualmente, el sistema está próximo a su límite por la creciente cantidad de variables que incorpora, y su renovación garantizará la capacidad de incluir más sensores y módulos en el futuro.

En cuanto al impacto en la capacidad de respuesta ante episodios extremos, Blancas afirmó que «la capacidad de respuesta a día de hoy está siendo adecuada», aunque matizó que la mejora permitirá «favorecer una mayor inmediatez y celeridad en el análisis de situaciones adversas». Según la Confederación, el sistema actualizado será «un paso más en la recopilación de datos en tiempo real» para gestionar fenómenos atmosféricos extremos y minimizar riesgos en zonas vulnerables.

El proyecto, con un plazo de ejecución de 12 meses, arrancó inmediatamente tras la adjudicación del contrato. Blancas aseguró que la transición se hará «sin comprometer el sistema actual», trabajando en paralelo con el nuevo sistema hasta garantizar su funcionamiento. «Primero mantienes el sistema antiguo mientras pruebas el nuevo y, cuando este esté consolidado, se apaga el anterior», explicó.

Sobre el nivel de innovación tecnológica de la cuenca del Segura respecto a otras demarcaciones hidrográficas, Blancas señaló que lo destacable no es tanto la posición sino «las numerosas redes de control automáticas» de la Confederación. En particular, mencionó que el SICA y la red piezométrica constituyen una singularidad que no está presente en todas las cuencas, así como la red postrasvase que monitoriza el agua proveniente de infraestructuras de trasvase.

Respecto a futuras ampliaciones, Blancas admitió que «es previsible que aumente la cobertura» aunque evitó confirmar planes concretos: «Tenemos propuestas para ampliar zonas sensibles, pero depende de la planificación del organismo».

Un nuevo dispositivo permitirá una visión más estratégica de la gestión

La Confederación incorpora también un nuevo sistema de gestión de mantenimiento asistido por ordenador (GMAO), cuya función es mejorar la planificación y trazabilidad del mantenimiento. Sergio Blancas detalla que este software, en función de los diferentes equipos de mantenimiento y las necesidades existentes, planifica los mantenimientos preventivos del sistema que garantizan el correcto funcionamiento, y también los correctivos que surjan por averías, «por ejemplo, de un sensor».

Blancas subraya que este GMAO es nuevo y más potente que el sistema anterior, que limitaba mucho la capacidad de planificación. Ahora, el nuevo sistema permitirá programar mantenimientos a medio plazo, actualizar un inventario completo de dispositivos de la red y mantener un control preciso sobre su estado.

Además, el sistema permitirá detectar cuándo hay que reponer equipos: sustituciones de pluviómetros por ejemplo. También ayudará a estimar la vida útil de cada dispositivo y calcular el coste total del mantenimiento de la red, aportando así una visión más estratégica y eficiente de la gestión.

Tracking Pixel Contents