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Medio Ambiente

Las discrepancias sobre el papel del acuífero dividen a expertos y autoridades tras la dana Alice

El presidente del Comité Científico del Mar Menor, Ángel Pérez Ruzafa, alerta de que la aparición de ‘sopa verde’ es posible, aunque dependerá de las condiciones ambientales

Rambla de los Alcázares tras el paso de la dana Alice

Rambla de los Alcázares tras el paso de la dana Alice / IVAN URQUIZAR

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

El Comité Asesor Científico del Mar Menor se reunió este miércoles para analizar la situación de emergencia generada por la dana Alice. Según explicó el catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia y portavoz del comité, Ángel Pérez Ruzafa, la “complementariedad de los sistemas de observación” que operan actualmente, entre ellos las boyas del Instituto Español de Oceanografía (IEO), los seguimientos del Imida y los datos recogidos por la propia Universidad de Murcia, “es un lujo que permite tener medidores en tiempo real con alta resolución temporal, y poder integrar toda esa información con las series históricas”.

Según los primeros análisis, la dana ha provocado una entrada masiva de agua dulce, nutrientes y materiales en suspensión, además de una notable recarga del acuífero, que ha elevado su nivel entre medio metro y dos metros en algunos puntos. Aunque los efectos completos aún deben estudiarse con detalle, los parámetros actuales muestran que el sistema ha reaccionado con cierta resiliencia.

“El pico inicial de descenso de la salinidad se ha recuperado levemente”, indicó Pérez Ruzafa, quien añadió que también se registró “una caída puntual de oxígeno en algunas zonas, pero que se recuperó rápidamente”. En la actualidad, los niveles de oxígeno se consideran normales, mientras que la turbidez —muy elevada en los primeros días— comienza a remitir. La clorofila, por su parte, ha experimentado un fuerte incremento, y su evolución será clave para determinar el impacto final de la dana.

Reunión del Comité Asesor Científico del Mar Menor, este miércoles

Reunión del Comité Asesor Científico del Mar Menor, este miércoles / L.O.

En comparación con episodios anteriores, como las lluvias de marzo de 2025 o la dana de 2019, la cantidad de agua aportada ha sido algo menor, lo que podría favorecer una recuperación más rápida. El comité recuerda que en marzo el ecosistema logró estabilizarse en apenas tres semanas. “Ahora estamos en otoño, con un metabolismo más bajo, lo que reduce el riesgo inmediato”, explicó Pérez Ruzafa, aunque advirtió de que las precipitaciones recurrentes o la entrada retardada de aguas subterráneas podrían alterar este escenario.

Riesgo de 'sopa verde'

Respecto al riesgo de un nuevo episodio de eutrofización o “sopa verde”, el portavoz señaló que “posible, siempre lo es; probable, dependerá de las condiciones que se den”. Factores como la época del año juegan a favor, al disminuir el metabolismo lagunar, pero el científico recordó que las danas pueden repetirse en un corto intervalo, prolongando la vulnerabilidad del sistema.

En cuanto al nivel freático del acuífero, Pérez Ruzafa reconoció que aún no existen planes concretos para reducirlo y que persisten “discrepancias entre administraciones y entre los propios científicos” sobre el papel que desempeña en el deterioro del Mar Menor. Por ello, el comité ha subrayado la necesidad de modelar y estudiar con precisión el funcionamiento del sistema antes de priorizar actuaciones. “Si nos equivocamos en los objetivos y dejamos sin atender algo que puede suponer el 80% de la solución, estaríamos cometiendo un grave error”, advirtió.

Durante la reunión no se abordaron medidas urgentes, ya que no figuraban en el orden del día. No obstante, el comité acordó iniciar en los próximos días un proceso de priorización de temas para las siguientes sesiones, con el objetivo de establecer líneas de actuación y proponer proyectos que ayuden a mejorar la gestión de la cuenca vertiente.

“Cuanto antes se aborden los problemas, mejor, y ahí el comité tiene que ayudar a que las administraciones enfoquen bien las soluciones”, concluyó Pérez Ruzafa, insistiendo en que la clave para anticiparse a futuras crisis pasa por una gestión eficaz de la cuenca y por “aprender a convivir con eventos extremos que, con el cambio climático, serán cada vez más frecuentes”.

El sellado de El Lirio evitó el arrastre de miles de toneladas de metales pesados

El sellado del depósito minero de El Lirio ha evitado la llegada de toneladas de metales pesados al Mar Menor durante la dana Alice. Así lo aseguró ayer el consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, quien explicó que las obras de restauración de El Lirio han actuado «con solvencia; gracias a la estabilización geotécnica y al sellado con múltiples capas, la instalación ha soportado las fuertes lluvias», afirmó Vázquez. Los primeros informes de inspección confirman que la restauración no ha sufrido daños estructurales y ha cumplido su objetivo: impedir el colapso de los residuos mineros y evitar un grave impacto ambiental.

En este depósito, detallaron fuentes autonómicas, están encapsulados 963.754 metros cúbicos de residuos, equivalentes a 2,8 millones de toneladas. Durante el episodio, la estación del Sistema Automático de Información Hidrológica de la CHS (SAIH) en Calblanque registró más de 200 litros por metro cuadrado. «Esto significa que sobre los 84.000 metros cuadrados del depósito cayeron 1,68 hectómetros cúbicos», explicó el consejero. Aunque el agua provocó pequeños desperfectos superficiales, que llegaron a ocasionar «regueros junto a las zonas más verticales de la cobertura vegetal», el sistema de drenaje y canalización del agua ha funcionado «correctamente», según Vázquez, que anunció que «estos leves desperfectos serán subsanados en las próximas semanas a través de la empresa pública Tragsa, antes de la recepción de la obra».

Inspectores del Servicio de Minas revisan estos días otras instalaciones y depósitos mineros de la Región, dentro del plan anual que se refuerza tras episodios meteorológicos adversos. Por otra parte, el consejero destacó que el Gobierno regional ha movilizado un total de 335 trabajadores desde el sábado 11 de octubre en labores de limpieza y retirada de la biomasa y arrastres depositados en las orillas del Mar Menor. Solo en la jornada de ayer se retiraron 114,5 toneladas de material vegetal y residuos, más del doble que en los tres primeros días de trabajo. En total, se han retirado ya 209,3 toneladas de biomasa, fundamentalmente cañas, pero también residuos arrastrados por la dana. A lo largo de la jornada de ayer estuvo actuando un operativo formado por 100 efectivos distribuidos por las playas de Los Alcázares, Los Urrutias, Los Nietos e Islas Menores.

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