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Alerta meteorológica

Muebles malogrados y escobas en mano contra el barro: Alice deja en la Región imágenes que recuerdan a la dana de Valencia

Mientras algunos vecinos se afanaban en retirar el lodo de la puerta de sus casas en Los Alcázares, otros aprovechaban para 'surfear' sobre un colchón por las calles anegadas

Un hombre, fregona en mano, trata de retirar el agua y el barro de la puerta de su vivienda en Los Alcázares.

Un hombre, fregona en mano, trata de retirar el agua y el barro de la puerta de su vivienda en Los Alcázares. / Loyola Pérez de Villegas

Cuando la letal dana de octubre de 2024 golpeó la Comunidad Valenciana, numerosas personas llegadas de todos los puntos del país se calzaron las botas de agua y se dirigieron, escoba en mano, a las enfangadas calles, para ponerse manos a la obra. Cualquier ayuda era bienvenida. Ahora, la dana Alice, que ha azotado la Región, ha dejado en la zona costera imágenes con reminiscencias de aquella tragedia, de la cual el día 29 se cumplirá un año.

Vecinos se afanaban, con la escoba, la fregona o lo que tuviesen a mano, para que el barro no entrase en sus casas. Para echarlo de la puerta.

Algunos aprovechaban para 'surfear' sobre un colchón por las calles anegadas de Los Alcázares.

Algunos aprovechaban para 'surfear' sobre un colchón por las calles anegadas de Los Alcázares. / Loyola Pérez de Villegas

Se vieron estampas curiosas. Mientras algunos vecinos se precupaban en retirar el lodo de la puerta de sus casas en Los Alcázares, otros aprovechaban para 'surfear' sobre un colchón por las calles anegadas.

La dana Alice se cebó el viernes por la noche con la Región de Murcia, especialmente con los municipios costeros de San Javier, Cartagena y Los Alcázares, donde causaba inundaciones y desbordamientos en ramblas. Varias personas tuvieron que ser rescatadas de sus vehículos, al quedar atrapadas en los mismos. Este sábado por la mañana, las autoridades aseguraban que lo peor había pasado. Y celebraban que no hay que lamentar daños personales.

Sí materiales, por lo que tocaba hacer inventario. En Los Alcázares, Carmen Fernández y su hermano ayudaban a sus padres a limpiar la puerta de su casa en una de las zonas más afectadas por las inundaciones, la Avenida Muñoz Zambudio.

Tapiando puertas con ladrillos

No es la primera vez que viven una situación y por eso mismo la incertidumbre y los nervios se apoderaron de ellos durante la noche. Aunque «mientras no entre en casa estamos bien», comentaron a este diario. El agua y el barro no entraron a su vivienda durante la noche porque les dio tiempo por la tarde a tapiar la puerta con ladrillos y masa.

A algunos vecinos de Los Alcázares les dio tiempo por la tarde a tapiar la puerta con ladrillos y masa.

A algunos vecinos de Los Alcázares les dio tiempo por la tarde a tapiar la puerta con ladrillos y masa. / Loyola Pérez de Villegas

Abdelaziz Sebai limpia su vivienda de Los Alcázares con ayuda de amigos y familiares que han ido a echarle una mano. Es la tercera vez que vive una inundación, pues ya sufrió las de 2019 y 2021.

«No hay más remedio que aguantar, como siempre», lamenta mientras intenta sacar el barro que se ha adueñado de la primera planta de su vivienda. Han pasado la noche en la parte de arriba, deseando que saliera el sol y «los niños llorando toda la noche, esperando que el agua no subiera a esta zona». Apilaron el mobiliario de la planta baja para tirar todo lo que ya no les va a servir.

Muebles a la basura

En la zona de Los Nietos, en Cartagena, más que el agua penetraba en las viviendas una densa capa de barro de unos dos dos dedos de altura que hizo que la mayoría de vecinos que ya se hallaban en sus viviendas tuviesen que optar por empezar a sacar los muebles de la casa y llevarlos a los contenedores de basura o directamente amontonados en sus puertas. Algunos de los contenedores fueron desplazados por la corriente durante la noche más de 300 metros.

Vecinos de Los Nietos sacaron a las puertas de sus viviendas, frente a las que corrían ríos de barro, los muebles que la dana malogró.

Vecinos de Los Nietos sacaron a las puertas de sus viviendas, frente a las que corrían ríos de barro, los muebles que la dana malogró. / Loyola Pérez de Villegas

Las zonas de baño desaparecieron y en su lugar el agua marrón que trajo la lluvia por los arrastres de las ramblas llegaba hasta el paseo marítimo. Maquinaria del Ayuntamiento de Cartagena trabajaba en calles y carreteras para despejarlas de barro y quitar las piedras que la corriente ha dejado sobre las vías aunque se puede circular por precaución.

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