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Juventud

Los jóvenes de la Región de Murcia dan prioridad al tiempo libre por encima del salario

El informe del CES muestra una prioridad por lo personal frente a lo laboral en la búsqueda de empleo, seguido de la estabilidad y, por último, el salario

Un grupo de jóvenes en el Campus universitario

Un grupo de jóvenes en el Campus universitario / E. C. A.

El precio de la vivienda, la precariedad laboral y la percepción de no ser tenidos en cuenta son los principales frenos que impiden a los jóvenes desarrollar su proyecto vital. Así lo revela el estudio 'Juventud en la Región de Murcia. Análisis de las dinámicas y valores juveniles en empleo, educación, vivienda, participación, ocio y hábitos digitales’, promovido por el Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CES) y presentado en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia

El informe, elaborado por un equipo de investigadores encabezado por la profesora Pilar Ortiz, ofrece un diagnóstico integral sobre la situación de las personas de entre 18 y 34 años, que representan el 20,3% de la población regional. La investigación se ha realizado a partir de una encuesta a 500 jóvenes y analiza las principales dimensiones de su vida: empleo, educación, vivienda, participación, ocio y salud mental

Estabilidad y conciliación por encima del salario

El mercado laboral sigue siendo un terreno incierto para los jóvenes murcianos. Aunque la tasa de empleo es similar a la media nacional, la temporalidad continúa siendo alta, especialmente entre los menores de 25 años (51,5%). Esta inestabilidad condiciona las posibilidades de emancipación y explica la baja satisfacción general con el mercado de trabajo: tres de cada cuatro jóvenes se declaran poco o nada satisfechos con sus condiciones laborales. 

A la hora de elegir un empleo, la conciliación entre vida laboral y personal (30%) y la estabilidad (22,6%) son los factores más valorados, por encima incluso del salario. Aunque una parte significativa desearía trabajar por cuenta propia, el 88% considera que emprender es difícil o muy difícil, especialmente las mujeres, que perciben mayores barreras de acceso al autoempleo. 

Según el estudio, los jóvenes con menos formación tienden a ver el autoempleo como una salida obligada ante la falta de oportunidades, mientras que los universitarios buscan la estabilidad del empleo público o en grandes empresas. 

Samuel Baixauli Soler, Pilar Ortiz. Carmen María Muñoz Espallardo y José Antonio Cobacho Gómez, ayer en la presentación del informe.

Samuel Baixauli Soler, Pilar Ortiz. Carmen María Muñoz Espallardo y José Antonio Cobacho Gómez, ayer en la presentación del informe. / Juan Carlos Caval

Independencia deseada, pero inalcanzable

El deseo de emanciparse es casi unánime entre la juventud murciana, pero la realidad económica lo hace prácticamente imposible. La tasa de emancipación apenas alcanza el 15,1%, una de las más bajas de España, y casi la mitad de los jóvenes (46%) sigue viviendo con sus padres, de los que solo un 5,4% afirma preferirlo. Ocho de cada diez jóvenes aspira a tener vivienda en propiedad, pero apenas un 21% lo ha conseguido. El precio de la vivienda se convierte en el principal obstáculo, por encima incluso de los motivos laborales o educativos. 

Además, cuatro de cada diez desconocen las ayudas públicas disponibles para acceder a la compra o al alquiler, lo que puede evidenciar una falta de difusión institucional

Educación y abandono escolar

En el ámbito educativo, el estudio muestra luces y sombras. La Región de Murcia ha mejorado sus niveles formativos en los últimos años, pero el abandono escolar temprano sigue siendo elevado: 18,2%, frente al 13% de la media nacional

A pesar de ello, tres de cada cuatro jóvenes (74,4%) se muestran satisfechos con su nivel de formación, una satisfacción que aumenta con el nivel educativo alcanzado y es algo mayor entre los hombres que entre las mujeres. 

También se constata un aumento del interés por la Formación Profesional, que crece en matriculaciones, aunque aún arrastra estigmas sociales. En cuanto a la inclusión, solo un 9,6% se identifica con algún colectivo específico, pero uno de cada cinco de ellos afirma haber sufrido dificultades para integrarse plenamente, lo que revela una brecha en la gestión de la diversidad. 

Participación: desconexión con las instituciones

El estudio refleja una clara distancia entre la juventud y las instituciones. El 70,6% de los jóvenes murcianos considera que su opinión no se tiene en cuenta en la toma de decisiones públicas, y el interés por la política formal o partidista es bajo. En su lugar, optan por formas de activismo digital o simbólico, como apoyar causas en redes sociales o participar en campañas puntuales. 

El 82% considera que el sistema educativo no los ha preparado adecuadamente para participar en la vida política y social. La firma de causas o peticiones es la forma más habitual de participación, seguida del voluntariado y las acciones relacionadas con temas educativos, ambientales y de igualdad de género. 

Salud mental y ocio: jóvenes activos pero vulnerables

A pesar de que la mayoría de los jóvenes gestiona su tiempo libre de manera activa y saludable —el 43,4% practica deporte regularmente y un porcentaje similar se reúne con amigos—, el informe alerta sobre un fenómeno preocupante: uno de cada cuatro (23,6%) ha tenido problemas de salud mental. 

Los factores más influyentes en su bienestar son el consumo de alcohol o drogas, la baja autoestima y el uso excesivo del teléfono móvil. Ante un problema de este tipo, la mayoría recurriría a profesionales de la salud mental, aunque una parte importante sigue confiando más en el apoyo familiar o en sus amistades. 

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