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Economía

La brecha de género llega también a las pensiones: ellas cobran un 30,7% menos

El último informe del Instituto de las Mujeres muestra las consecuencias de la desigualdad sociolaboral acumulada a lo largo de los años por las murcianas

Las mujeres sufren también en la etapa de la jubilación la brecha de género en las pensiones.

Las mujeres sufren también en la etapa de la jubilación la brecha de género en las pensiones. / Israel Sánchez

Ana García

Ana García

La desigualdad salarial, la mayor precariedad en el empleo y las intermitencias en la trayectoria laboral debido a las obligaciones del cuidado de los hijos y otros familiares terminan lastrando las pensiones de las mujeres murcianas. De esta forma, la desigualdad laboral acumulada a lo largo de los años lleva la brecha de género también a las pensiones.

Así queda recogido en el estudio Análisis de la brecha de género en las pensiones, realizado por la consultora Egaleco para el Instituto de las Mujeres del Ministerio de Igualdad, un trabajo en el que se ha analizado la situación y dado voz a mujeres de más de 55 años de todas las comunidades autónomas, incluida la Región de Murcia.

El trabajo muestra que las estas desigualdades acumuladas a lo largo de la vida laboral de las mujeres hacen que la brecha de género en las pensiones se sitúe en el 31,8% en España, cifra que en la Comunidad de Murcia se establece en el 30,7%, ligeramente por debajo de la media estatal. Esto implica que las pensionistas murcianas cobran cada mes un 30,7% menos de lo que perciben los hombres en su misma situación, una realidad que las deja en una situación de mayor vulnerabilidad y riesgo de pobreza cuando llegan a esta etapa de sus vidas.

La Región es la tercera comunidad autónoma con mayor brecha salarial de género

En el informe se han tenido en cuenta las pensiones contributivas en función de los últimos datos disponibles a 31 de diciembre de 2024. Pero también es cierto que esa brecha de género es mayor o menor en función del tipo de pensión, teniendo en cuenta las de jubilación; la pensión de incapacidad permanente; la de viudedad; y la pensión de orfandad y favor familiar.

Apunta Egaleco que la pensión de jubilación es donde se observa una desigualdad más acusada, ya que los hombres perciben de media 1.662,7 euros frente a los 1.150,6 euros de las mujeres, lo que supone una diferencia de 512 euros mensuales y una brecha del 30,8%. En el caso de la Región de Murcia, la diferencia se sitúa en 457 euros mensuales.

En las pensiones de incapacidad permanente, la brecha asciende al 12,9%, con 158,9 euros de diferencia. En la Región de Murcia, la brecha es algo más alta que en el conjunto nacional, llegando al 14,5%.

Las de viudedad, por su parte, son pensiones altamente feminizadas donde las mujeres perciben cuantías más altas que los hombres: 306 euros de diferencia media en el caso de España y 295 euros en la Región de Murcia. «Esto se debe a que es un derecho derivado, es decir, que no se adquiere por ser la titular original, sino por un vínculo con una persona que sí lo es», apuntan desde la consultora murciana.

Por último, en las pensiones de orfandad y favor familiar apenas se encuentran diferencias significativas por género.

Otra de las cifras que pone de relieve la dificultad que han tenido las mujeres a lo largo de los años para integrarse en el mercado laboral o para obtener una cotización suficiente para acceder a las pensiones contributivas es la que hace referencia a las pensiones no contributivas, aquellas de menor cuantía y que se encuentran altamente feminizadas.

Concretamente, el 60% de las pensiones no contributivas corresponden a mujeres.

El estudio Análisis de la brecha de género en las pensiones apunta a que la brecha de género en las pensiones responde a múltiples causas y a las sociolaborales también hay que sumar los factores institucionales que «reproducen un modelo androcéntrico del sistema de pensiones», concebido sobre la base de una carrera laboral continua, lineal y sin interrupciones por cuidados.

Esto implica, según los autores del trabajo, que un sistema aparentemente neutro genera efectos desiguales para mujeres y para hombres, incluso en ámbitos aparentemente neutros como la Administración Pública.

Testimonios de esta realidad

De hecho, las mujeres encuestadas expresan de manera generalizada sentimientos de incertidumbre y frustración al describir su experiencia frente a la jubilación. De las participantes en la encuesta procedentes de la Región, destacan testimonios como el de una mujer de 55 años con estudios universitarios y familia numerosa, quien dice sentirse preocupada, ya que «por cuidar de mi familia no pude trabajar y hoy no tengo el tiempo requerido para percibir una pensión». Otra de ellas, con 64 años, educación Primaria y discapacidad, explica que tiene dependencia y «tengo que ser cuidada por mi marido y por una profesional de los cuidados. Esa es mi jubilación: sin calidad de vida y con merma en mi pensión ante la ausencia de un sistema público de cuidados y una Ley de Dependencia ineficiente».

A esta situación también contribuye la brecha de género de los salarios, con una importante diferencia entre la remuneración de hombres y mujeres. Los últimos datos del INE reflejan que las mujeres en España perciben de media un 15,7% menos que los hombres (30.372 euros de ellos frente a los 25.591 de ellas), desigualdad que en la Región de Murcia es mucho mayor y llega al 19,2%, situándose como la tercera autonomía con mayor brecha salarial de género.

La consultora de Egaleco Silvia Soto Ruiz, investigadora que ha participado en el trabajo para el Instituto de las Mujeres, señala que «la propia configuración del sistema y sus reglas están claramente diseñadas sin tener en cuenta la división sexual del trabajo ni el impacto que, por ejemplo, tiene la maternidad sobre la carrera laboral de las mujeres, pero sí tiene presente la idea del modelo tradicional de familia que permite desarrollar a los hombres una extensa e ininterrumpida carrera profesional». Además, apunta que «el día de la presentación, con la ministra de Igualdad, también hubo expertas que comentaron que la verdadera solución consiste en ‘revolucionar el sistema’».

"El sistema no tiene en cuenta el impacto de la maternidad"

La consultora de Egaleco Silvia Soto Ruiz, investigadora que ha participado en el trabajo para el Instituto de las Mujeres, señala que «la propia configuración del sistema y sus reglas están claramente diseñadas sin tener en cuenta la división sexual del trabajo ni el impacto que, por ejemplo, tiene la maternidad sobre la carrera laboral de las mujeres, pero sí tiene presente la idea del modelo tradicional de familia que permite desarrollar a los hombres una extensa e ininterrumpida carrera profesional». Además, apunta que «el día de la presentación, con la ministra de Igualdad, también hubo expertas que comentaron que la verdadera solución consiste en ‘revolucionar el sistema’».

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