Nuria Muñoz: "Debemos reconectar con la ‘comida real’ y huir de aquella que está diseñada para ser adictiva"

La dietista certificada en nutrición moderna y experta en autoinmunidad, reivindica "volver a lo esencial" cuando nos sentamos a la mesa

Nuria Muñoz (izquierda), durante la ponencia ‘Alimentación real: lo que comemos en casa sí importa’.

Nuria Muñoz (izquierda), durante la ponencia ‘Alimentación real: lo que comemos en casa sí importa’. / Israel Sánchez

Javier Vera

Javier Vera

Un cambio profundo en la forma de entender la salud, a través de la nutrición, permitió a Nuria Muñoz afrontar desde hace cuatro años su día a día conviviendo con dos enfermedades autoinmunes. La dietista certificada en nutrición moderna impartió la ponencia ‘Alimentación real: lo que comemos en casa sí importa’, con la que a quiso dejar claro que el desperdicio alimentario no solo afecta a la salud, sino también al bolsillo.

«¿Y si lo que creemos que es sano… en realidad nos está alejando de la salud que queremos?». Los hábitos de consumo han cambiado en las últimas décadas, y no precisamente para bien, según afirmó la experta en autoinmunidad, quien animó a «reconcectar con los hábitos que forjaron nuestros genes». «La alimentación real es aquella en la que no nos olvidamos de las proteínas de calidad, de las grasas buenas, de las verduras de temporada o del agua, y sí de aquellos ultraprocesados. Y es que la alimentación no es solo lo que entra por la boca, también influye el ayuno natural, descanso, luz solar y movimiento diario», explicó Nuria Muñoz.

La alimentación va más allá de lo que comemos, también es ayuno natural, descanso, luz solar y movimiento diario

Nuria Muñoz

— Dietista certificada en nutrición moderna y experta en autoinmunidad

Porque lo que comemos, cuándo lo comemos y cómo vivimos impacta en cada célula de nuestro cuerpo. Así, la dietista ofreció algunos consejos para mantener una relación sana con la alimentación: «Comer cuando haya hambre real, evitando comer por rutina o aburrimiento; priorizar las proteínas y la grasa para darle la vuelta a una pirámide alimentaria que está desfasada; evitar picos de azúcar, pues nuestro cuerpo solo necesita entre 4-5 gramos de glucosa en sangre, evitando así el llamado efecto ‘subidón-bajón’; respetar el descanso, pues durante el sueño el cuerpo realiza procesos de reparación, detoxificación y regeneración, y para ello se aconseja dormir en horario natural (noche) para permitir un ayuno fisiológico de al menos 8 horas; y el contacto con la naturaleza y la luz natural, pues regula los ritmos circadianos, aumenta la producción de vitamina D y reduce el estrés».

«No es complicado, se trata de volver a lo esencial y plantearnos si lo que ponemos encima de la mesa nos nutre de verdad, qué podemos mejorar en nuestra alimentación y qué podemos enseñar a las futuras generaciones», concluyó Nuria Muñoz.

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