Evento

Solidaridad y empatía para tejer nuevas realidades entre quienes más lo necesitan

Fundación Jesús Abandonado, Cepaim y Aidemar coinciden en la importancia de la sensibilización y la creación de vínculos

José Manuel Martínez, Susana Henarejos y Francisco Javier García, participantes de la mesa redonda ‘Tejiendo realidades: acciones locales para el cambio social’.

José Manuel Martínez, Susana Henarejos y Francisco Javier García, participantes de la mesa redonda ‘Tejiendo realidades: acciones locales para el cambio social’. / Juan Carlos Caval

Javier Vera

Javier Vera

Atender las necesidades de las personas, sobre todo aquellas más necesitadas, como la prioridad para poder forjar una sociedad más justa e inclusiva. Bajo esa premisa trabajan cada día las diferentes asociaciones y ONG locales, como es el caso de las que el pasado miércoles participaron en la jornada ‘El poder de la acción social’, impulsada por el diario La Opinión y CaixaBank.

La Fundación Jesús Abandonado, Fundación Cepaim y Aidemar (Asociación de Atención a discapacitados de la Comarca del Mar Menor), representadas por José Manuel Martínez, Susana Henarejos y Francisco Javier García, respectivamente, conformaron la mesa redonda ‘Tejiendo realidades: acciones locales para el cambio social’, moderada por la periodista Eva Abril.

VIDEORESUMEN | El poder de la acción social

La Opinión

Durante la charla, el presidente de la Fundación Jesús Abandonado afirmó que esta «es mucho más que un comedor social y un albergue». «Queremos ir más allá de atender las necesidades básicas. Claro que alimentamos a las personas porque tienen que sobrevivir, pero también les acompañamos, les entusiasmamos, les ilusionamos y compartimos momentos con ellos. De alguna manera tratamos de alimentar el espíritu. Personas que se encuentran solas y que pueden disfrutar durante el momento de la comida, el desayuno o la cena, de la compañía no solo de gente que se encuentra en una situación parecida, sino también de voluntarios cuyo papel es el de sociabilizar, escuchar, preguntar y establecer una relación», explicó José Manuel Martínez.

La Fundación Jesús Abandonado cuenta con 22 programas de actuación, entre los que destaca el llamado Programa Calle, a través del cual profesionales crean vínculos y relaciones, sin invadir el espacio de los usuarios, a quienes ayudan a iniciar ese proceso de recuperación personal.

Geolocalización

Jesús Abandonado ha implantado en su labor diaria nuevas herramientas que le permiten detectar situaciones de vulnerabilidad de una manera eficiente para poder ofrecer la mejor respuesta posible. Es el caso de la geolocalización, a través de la cual hacen partícipe a la ciudadanía. «A través de nuestra página web, jesusabandonado.org, cualquier ciudadano puede ‘dar la voz de alarma’cuando descubra en su entorno a una persona en una situación de vulnerabilidad, deambulando o que puede estar sin hogar. Nos avisan y nos ofrecen detalles físicos y la zona por la que ha sido vista esta persona, y automáticamente hay un dispositivo de la fundación que sale al encuentro de ella. En este momento atendemos a más de 57 personas en esta situación gracias a la geolocalización», apuntó José Manuel Martínez.

Alimentamos a las personas porque tienen que sobrevivir, pero también les acompañamos y les ilusionamos

José Manuel Martínez

— Presidente de la Fundación Jesús Abandonado

Cohesión social

Con el firme objetivo de trabajar por la convivencia y la cohesión social en los territorios en los que se encuentra presente, la Fundación Cepaim cuenta con ocho áreas de intervención en la Región de Murcia, donde trabajan «con las personas, y no para ellas», como bien puntualiza su directora autonómica en la Región, Susana Henarejos. «Es imprescindible que las distintas administraciones y los agentes sociales trabajemos de la mano, por ejemplo, en uno de los retos que actualmente afrontamos como es la lucha contra la pobreza. Somos la tercera comunidad autónoma con la tasa más alta de pobreza, y creo firmemente que trabajar para combatirla es responsabilidad democrática. Y es que podemos observar muchas clases de pobreza, porque ahora observamos a muchas personas que trabajan y son pobres, que viven en situaciones muy complicadas», afirmó Henarejos.

Trabajar para combatir las muchas clases de pobreza es una responsabilidad democrática

Susana Henarejos

— Directora autonómica en la Región de Murcia de Cepaim

El trabajo colaborativo y en red se presenta así como un pilar esencial cuando trabajas con personas necesitadas. «Nuestros equipos profesionalizados permiten empoderar a esas personas que muchas veces llegan rotas. Entonces hay que acompañarlas en ese proceso y entender bien lo que les pasa para saber cómo poder ayudarlas y darles las herramientas y los recursos para que vuelvan a tomar las riendas de su vida. Y ese trabajo de acompañamiento te lo da el contacto con la realidad en la calle. También hay que innovar en los procesos, porque los problemas sociales también se van transformando, y lo que antes funcionaba, ahora ya no funciona de la misma manera. De lo que se trata es de generar espacios donde nos conozcamos y convivamos, porque es donde realmente podemos aportar», explicó la directora de Cepaim.

Tejido asociativo

«Para construir una sociedad más justa, inclusiva y comprometida no te puedes olvidar de las personas con discapacidad intelectual». El presidente de Aidemar lo tiene muy claro, y así lo plasmó durante su intervención en la mesa redonda. Afortunadamente, y para hacer de la inclusión un hecho, el tejido asociativo de la Región de Murcia lleva medio siglo desarrollándose para ayudar en la integración de las personas con discapacidad en los diferentes ámbitos de la sociedad.

Entre los servicios de promoción de la autonomía personal, Francisco Javier García destacó los enfocados a la integración en la vida laboral. «De las 700.000 personas empleadas en la Región de Murcia, en torno al 3,4% con personas conalguna discapacidad. Siempre que hablo de personas con discapacidad intelectual, porque el empleo de personas con discapacidad física es más sencillo, la búsqueda de trabajo se complica. Por ello resultan imprescindibles aquellos programas de empleo impulsados por las administraciones. Ya le hemos ofrecido educación, normalización y empleo a las personas con discapadidad intelectual en pro de una integración laboral y social que no tiene otro objetivo que el de aportarles esa dignidad que merecen», añadió el presidente de la Asociación de Atención a discapacitados de la Comarca del Mar Menor.

En una sociedad más justa, inclusiva y comprometida no te puedes olvidar de las personas con discapacidad intelectual

Francisco Javier García

— Presidente de Aidemar

También quiso destacar García aquellos casos en los que las personas con discapacidad son de avanzada edad: "Es necesario darles unos recursos asistenciales de unidades de convivencia. Más que residencias, son pisos tutelados, viviendas donde puedan ejercer ellos y su poder de decisión esté siempre y permanentemente presente. Porque hay una cosa muy clara, y es que tienen derecho a decidir por sí mismos dónde quieren vivir. Afortunadamente, cada vez más, las personas con discapacidad están enarbolando la bandera de las decisiones propias".

Por último, Francisco Javier García destacó el importante papel de las familias en este proceso de acompañamiento y ayuda: «Son las primeras que están ahí encima, ayudando y respaldando al tejido asociativo, detectando carencias y necesidades».

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