Avance

Más de 70 usuarios de Plena Inclusión logran empleo público

Lo han conseguido gracias al apoyo de la federación y a la accesibilidad cognitiva

José Alberto Pardo y  Joaquín Barberá.

José Alberto Pardo y Joaquín Barberá. / Juan Carlos Caval

La inclusión no se mendiga, se construye. Esa fue la idea vertebral que el presidente de Plena Inclusión Región de Murcia, Joaquín Barberá, ofreció durante el evento ‘El poder de la acción social’, organizado por CaixaBank y La Opinión. Entrevistado en directo por el director del periódico, José Alberto Pardo, Barberá esbozó con firmeza el presente y futuro del movimiento asociativo por los derechos de las personas con discapacidad intelectual: «Ahora mismo estamos trabajando para conseguir la autorrepresentación y el coliderazgo de las personas con discapacidad en la federación».

Barberá anunció que la entidad ha reformado recientemente sus estatutos para que las plataformas de personas con discapacidad intelectual tengan voz y voto en la junta directiva, marcando así un antes y un después.

VIDEORESUMEN | El poder de la acción social

La Opinión

Uno de los puntos centrales de su intervención fue el acceso a una vida independiente. A través del proyecto Mi Casa, ya activo como iniciativa piloto en localidades como Mula, El Palmar y Caravaca de la Cruz, varias personas con discapacidad han comenzado a elegir dónde y con quién vivir. «Las familias eran escépticas. Hoy, son las primeras sorprendidas de lo que sus hijos pueden lograr», relató.

El empleo, por otro lado, es aún una asignatura pendiente, reconoció Barberá. Mientras que en la población general la tasa de actividad es del 73,5 %, entre las personas con discapacidad apenas llega al 35,5 %, cifra que disminuye «si hablamos de personas con discapacidad intelectual». Sin embargo, hay avances: más de 70 usuarios de Plena Inclusión han accedido a empleo público gracias a temarios adaptados en lectura fácil y otras 324 trabajan ya en empresas ordinarias.

Esa accesibilidad cognitiva, explicó, no es una moda, sino una necesidad. «Tenemos un departamento que trabaja solo en esto. No basta con hacer los textos más simples: deben cumplir una norma europea y ser validados por quienes van a usarlos», señaló. Y recordó que una de cada tres personas -desde mayores hasta migrantes o personas con dificultades temporales- se benefician de textos en lectura fácil.

Antes de despedirse, Barberá quiso lanzar un mensaje de reconocimiento a las instituciones: «Nuestra relación con la Administración regional es exquisita. Todo lo que hemos pedido, de manera razonable, se ha cumplido hasta ahora».

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