Reconocimiento

Almudena Ariza: "Lidiar con el dolor humano es lo más difícil de estos 40 años de periodismo"

"Ver que todavía hay jóvenes que creen en este oficio, que se preparan y sueñan con dedicarse a él, me llena de esperanza", afirma la profesional, que recibirá el miércoles en Murcia una de las Medallas de Oro de Cruz Roja en una gala a la que asistirá la reina

Almudena Ariza, fotografiada en Nueva York.

Almudena Ariza, fotografiada en Nueva York. / La Opinión

Ana Lucas

Ana Lucas

En cuatro décadas de profesión, ha sido «reportera en medio mundo y corresponsal en Pekín, París, Nueva York y Jerusalén», como apostilla en su perfil de X. La reconocida periodista Almudena Ariza recibe este año una de las Medallas de Oro de Cruz Roja y charla con La Opinión de periodismo, empatía y solidaridad.

Primero, enhorabuena por esta distinción y por su trayectoria. ¿Cómo la recibe? 

Con mucho agradecimiento. Para mí es un reconocimiento que va mucho más allá de lo personal. Lo siento como un homenaje a todos los periodistas que cada día se juegan la vida en zonas de conflicto para contar lo que está pasando. Me parece muy valioso que una organización como Cruz Roja, que siempre está donde más se sufre, reconozca también la importancia del periodismo.

Las máquinas no tienen criterio ni mirada humana ni pueden ver y sentir lo que percibimos sobre el terreno, y eso es lo que nos mantiene vigentes

Almudena Ariza

— Periodista

¿Qué ha sido lo más difícil de estas cuatro décadas de información en países en conflicto? 

Lidiar con el dolor humano. Ser testigo de tanto sufrimiento y no poder hacer nada más que contarlo. Intentar no anestesiarte, no perder la empatía, pero a la vez mantener la cabeza fría para poder informar. Y también luchar contra la frustración o la sensación de que lo que contamos no siempre sirve para cambiar las cosas.

¿Cómo se complica el hacer periodismo en un siglo XXI en el que todo el mundo lleva una cámara de fotos en el móvil y la inteligencia artificial va ganando terreno? 

Se complica, sí, pero también nos obliga a hacer mejor nuestro trabajo. En un tiempo de sobreinformación y de imágenes que nos llegan al instante desde cualquier parte del mundo, lo que realmente marca la diferencia es el periodismo que verifica, que contextualiza y que explica. Las máquinas no tienen criterio ni mirada humana ni pueden ver y sentir lo que percibimos sobre el terreno, y eso es lo que nos mantiene vigentes.

Vemos los chalecos con el emblema de la Cruz Roja en los lugares donde la vida se pone más difícil, pero no siempre valoramos lo que significa que estén ahí

Almudena Ariza

— Periodista

Hablando de conflictos y de terrenos, ¿cree usted que llegaremos a ver la solución del conflicto de Israel y Palestina? 

Me encantaría decir que sí, pero lo veo muy lejos. Llevo un año y medio viviendo en Oriente Medio y cubriendo este conflicto, y cada vez parece más difícil. Me subleva la indiferencia del mundo ante el horror de Gaza y la matanza diaria de civiles. Aun así, no pierdo la esperanza de que esto acabe porque hay muchas personas en ambos lados que sí creen en la paz, aunque no siempre sean las más visibles.

Aludena Ariza, con el chaleco que la acredita como periodista, abraza a una vecina en Bucha, Ucrania.

Aludena Ariza, con el chaleco que la acredita como periodista, abraza a una vecina en Bucha, Ucrania. / La Opinión

¿Cree que la gente es consciente de la labor que realiza Cruz Roja en lugares en conflicto o hay que hacer más pedagogía al respecto? 

Creo que no somos del todo conscientes. Vemos los chalecos con el emblema de la Cruz Roja en los lugares donde la vida se pone más difícil, pero no siempre valoramos lo que significa que estén ahí. Son personas dispuestas a cruzar fronteras, a arriesgar su vida, a quedarse cuando todos se van, solo para ayudar. Hay que explicar y visibilizar mucho más esa labor.

Con los tiempos que corren, ¿qué es lo que más le ilusiona actualmente de su profesión? 

Seguir teniendo el privilegio de estar en el lugar donde ocurren las cosas, de poder explicar el mundo desde el terreno. Me sigue fascinando descubrir las historias que hay detrás de los grandes titulares y contarlas con rigor y sensibilidad. Y ver que todavía hay jóvenes que creen en este oficio, que se preparan y sueñan con dedicarse a él, me llena de esperanza.

Almudena Ariza, en una cobertura en Afganistán.

Almudena Ariza, en una cobertura en Afganistán. / La Opinión

¿Qué consejo le daría a una persona que esté ahora estudiando periodismo y sueñe con ser corresponsal de guerra? 

Que no pierda nunca la curiosidad, que se prepare bien, que lea mucho y que entienda que este oficio no va de ser los primeros, sino de hacerlo bien, con responsabilidad y humanidad. No es fácil, pero, si te mueve la pasión por entender el mundo y contarlo, merece la pena.

Por último, y no menos importante, ¿qué primeras sensaciones le inspira el papa León XIV?

La verdad es que a mí me habría gustado que hubiera salido elegido Pierbattista Pizzaballa, el patriarca latino de Jerusalén. Le conozco bien, le he entrevistado varias veces, y siempre me ha parecido una figura muy valiosa: cercano, claro, profundamente comprometido con la paz y con los más vulnerables. Una voz muy valiente contra la guerra en Gaza y un gran conocedor de la realidad de Oriente Medio. Dicho esto, creo que el nuevo papa también representa valores muy necesarios: su trayectoria como misionero, su defensa del diálogo y su cercanía a quienes más sufren. Ojalá su liderazgo nos ayude a construir una Iglesia y un mundo más abiertos, más humanos y más comprometidos.

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